La lluvia desluce la Procesión del Santo Entierro y obliga a varias cofradías a retirarse de ella
A la cuarta fue la vencida, pero a medias. A pesar de la lluvia, las cofradías pontevedresas decidieron celebrar la procesión del Viernes Santo, la conocida como la Procesión del Santo Entierro. Esperaban una mejoría de las condiciones climatológicas que nunca llegó. La lluvia deslució una procesión muy esperada. No sólo porque en ella se reunían de nuevo todas las cofradías, sino también por el hecho de haberse suspendido las tres anteriores.
"Con el día de hoy era muy difícil hacer una buena procesión", reconoció a PontevedraViva Ramón Peón, portavoz de la Junta Coordinadora de la Semana Santa pontevedresa. "Quince minutos antes de salir cayó un chaparrón tremendo, lo que obligó a algunas cofradías a salir con los pasos cubiertos con plásticos". Ese fue uno de los motivos por los que una de ellas, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas decidió no salir.
La procesión de este Viernes Santo salió finalmente, con seis de las siete cofradías, con media hora de retraso sobre el horario previsto, las 20.00 horas, de la Basílica de Santa María y recorrió la Praza de España, Riestra, Oliva, García Camba, Peregrina, Soportais, Manuel Quiroga, Don Filiberto y Alhóndiga, para finalizar de nuevo en Santa María.
Pero lo peor de todo es que durante el recorrido, el agua no dejó de caer. "Algunas cofradías al llegar a la Herrería se retiraron porque llevaban encima demasiada carga de agua", explicó Ramón Peón. "Y el resto llegamos lo más dignamente posible a Santa María". Lo vivido le lleva a decir que "probablemente nos equivocamos en salir, pero también nos hubiésemos equivocado si no lo intentamos, porque la gente tenía muchas ganas".
"Probablemente nos equivocamos en salir, pero también nos hubiésemos equivocado si no lo intentamos, porque la gente tenía muchas ganas"
Ese fue quizá el problema. El hecho de que la lluvia hubiese suspendido las tres procesiones anteriores, la Procesión de Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza del martes, la Procesión de la Santísima Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno con la cruz a cuestas del miércoles, y sobre todo la Procesión de los Pasos del Jueves Santo.
"Claramente eso nos animó a salir", dijo Peón. "Los cofrades llevaban todo el año trabajando para esto e intentamos salir por eso, para quitarnos la espinita que teníamos". Pero mucho más no podían hacer. "El problema que tenemos en Pontevedra es que tenemos que montar los pasos en la calle y si llueve durante todo el día y retrasas la decisión de salir no te da tiempo a montarlos en condiciones".
En todo caso, la Junta Coordinadora de la Semana Santa pontevedresa mira al cielo de cara al domingo. Ese día se celebrará la última de las procesiones del año, la Procesión del Encuentro de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, nueva en el calendario pontevedrés. "Estaremos pendientes del tiempo y a ver qué pasa, esperemos que nos de un respiro y terminemos bien esta Semana Santa".