La denominada "Facultad de Compostaje", del Plan Revitaliza de la Deputación de Pontevedra, está desarrollando la semana de mayor nivel docente de todo el curso de formación de los 20 aspirantes a maestros composteros.
Por las aulas de formación del Príncipe Felipe están pasando expertos internacionales de renombre en este ámbito como Florian Amlinger presentado como el ideólogo y fundador del llamado 'modelo austríaco' también Michele Giavini, el técnico director de compostaje de todo el norte de Italia, o Francesc Giró, director adjunto de la Agencia Catalana de Residuos.
El vicepresidente de la Deputación, César Mosquera, junto al asesor de residuos Carlos Pérez, presentó este martes en rueda de prensa a estos expertos.
El ingeniero austríaco, Florian Amlinger, explicó a los periodistas su apuesta por el tratamiento in situ de los residuos orgánicos a través de composteros individuales y centros de compostaje comunitarios. El elemento distintivo del modelo austríaco, en el que la Deputación también quiere trabajar, es el hecho de que en el país austríaco se rechaza la creación de infraestructuras de nueva creación para tratar aquellos residuos que no pueden ser compostados ni en centros individuales ni en centros colectivos.
La solución aportada para dar salida a la basura orgánica de grandes núcleos poblacionales pasa por llegar a acuerdos con empresas del sector agropecuario. Aprovechando la existencia de esas empresas y de sus plantas de tratamiento específicas, los gobiernos locales derivan a ellas los residuos orgánicos municipales a cambio de un canon o de otro tipo de acuerdo económico. Se ahorra así la necesidad de crear nuevas plantas de tratamiento específicas para la basura municipal, la tramitación administrativa que supone, así como el posible rechazo vecinal por nuevas instalaciones vinculadas con la basura.
Por su parte, el italiano Michele Giavini es el técnico responsable de la dirección del plan de compostaje de todo el norte de Italia, siendo la ciudad de Milán el núcleo con mayor densidad de habitantes que se rige por el tratamiento de los residuos orgánicos de forma individualizada.
Los objetivos de la Unión Europea son llegar la un 65% de reciclaje, cuando el promedio gallego está en un 15%
Los vecinos disponen de cubos específicos y bolsas compostables en las que van acumulando los restos de comida. Estos se depositan en contenedores comunitarios que sacan desde los edificios a la calle en función del día que se recoja cada fracción. Un camión lleva estos biorresiduos a una pequeña planta de transferencia para después trasladarlos a una planta de tratamiento comarcal en la que se realiza el compostaje. También existen puntos limpios a los que la ciudadanía puede acceder mediante una tarjeta personal.
Mosquera destacó que en Pontevedra no se quieren mimetizar los modelos, sino que la intención es apostar por el "kilómetro cero", o lo que es lo mismo, trasladar lo menos posible la basura para su tratamiento. "Nós apostamos polos composteiros individuais e os comunitarios, polo ‘desprazamento cero’ do lixo".
Los alumnos de la "Facultad del compostaje" también contaron con la participación del técnico de residuos del Ayuntamiento de Usurbil, Ibon Goikoetxea, cuyo municipio tiene los mejores datos de reciclaje de todo el estado español y prácticamente de Europa y también del técnico fundador de la agencia de estudios ambientales y residuos 'Spora' Frederic Puig que hizo un recorrido por los diferentes modelos de recogida selectiva que se aplican a día de hoy en toda Europa y subrayó que los objetivos de la Unión Europea son llegar la un 65% de reciclaje, cuando el promedio gallego está en un 15%, y la española, en la teoría, apenas consigue el 30%.