En la explanada de A Seca no sonaba la canción de moda, sin embargo su letra era más repetida que en una verbena: Des-pa-ci-to
Con mucha paciencia los agentes de la Policía Local de Poio repetían este estribillo a los chavales del colegio de Viñas que este miércoles recibían una lección práctica de seguridad vial.
"Esto hay que tomarlo sin ningún apuro, despacito".
Los estudiantes aprendieron la manera de circular como peones, las normas para el uso de la bicicleta y el monopatín, el comportamiento como viajeros, las medidas de seguridad dentro del coche, como el uso del cinto de seguridad, los sistemas de retención de niños o, en el caso de los vehículos de dos ruedas, el casco, añadiendo las señales de circulación, entre otros muchos aspectos.
Antonio Duarte, jefe de la Policía Local de Poio explicó que "en principio lo que más se les resiste a los chavales es el semáforo. No ven la luz roja. Pero estamos viendo que los conceptos aprendidos los están aplicando bastante bien".
Gracias al material aportado por la Dirección General de Tráfico, se ha instalado un completo circuito con señales, pasos de cebra, semáforos, rotondas y señales de todo tipo, para aplicar lo aprendido en las clases teóricas. Con todo hubo algún pequeño choque con los karts, pero al contrario de lo que suele ocurrir con los adultos, todo se solucionó con unas risas "y tan amigos". Esto también es importante comprender, ser paciente y sobre todo, el respeto a lo ajeno son imprescindibles.
Aunque siempre hay algún "vicio" adquirido ante el mal ejemplo de algunos padres "como el no usar los cinturones, pero en general son muy respetuosos y muy educados con sus compañeros obedeciendo las normas a rajatabla".
Antonio Duarte recuerda que estos niños ya son conductores de bicis, pero en un futuro no muy lejano saldrán a las carreteras llevando el volante de un vehículo, de ahí la importancia de esta actividad.