Kiko Fraiz, padre biológico y adoptante, expone una realidad: el proceso de una adopción internacional es tan complejo y prolongado que se evidencia un detrimento de esta opción para ser padres y por contra un aumento de la maternidad subrogada. Por tanto, considera que "es una realidad que necesita ser regulada".
Raquel Alfonsín es copropietaria de "Health and life", una empresa que gestiona el acercamiento entre parejas homosexuales y heterosexuales con clínicas extranjeras donde sí se permite la maternidad subrogada. En estas Conversas na Ferrería de PontevedraViva Radio explica que ante la alegalidad española "la situación legal del bebé se gestiona en el consulado correspondiente y éste llega con su padre biológico a España, donde la otra parte de la pareja lo adopta".
Tanto el ginecólogo José Manuel Viñas, como la representante de la Rede Galega de Igualdade, Carmen Cajide, son radicalmente contrarios a la maternidad subrogada. Cajide considera que convierte a la mujer en "vasijas o contenedores y es una forma más de violencia machista", además consideran que los "vientres de alquiler" están inexorablemente vinculados con la pobreza. El especialista añade que "es algo deningrante para la mujer, parecido a la prostitución. Aquí sólo hay dinero y no es equiparable a una reproducción asistida".
Sin embargo, Diana Marre, antropóloga social y una experta internacional en reproducción, adopción y subrogación considera que tanto adopciones, como reproducciones asistidas y subrogaciones son "un conjunto de maternidades o parternidades con terceras partes". Está a favor que la maternidad subrogada adquiera legalidad porque el "limbo actual no beneficia a ninguna de las partes, ni adultos ni menores".
Frente a los criterios de "explotación entre la pobreza" que se esgrimen contra la maternidad subrogada, Marre maneja datos contundentes sobre otras opciones de maternidad/paternidad.
España es el primer proveedor de óvulos de Europa: cerca del 56% de los tratamientos de "donación" de óvulos que se realizan en este marco comunitario, son en territorio español. La compensación que se recibe por esa "donación" es de unos 900 euros por óvulo. En Estados Unidos y algunos países de Sudáfrica oscila entre los 10.000 y 15.000 dólares. En 2016 la reproducción asistida supuso en España 560 millones de euros.