La información que va almacenando nuestro cerebro va a acompañada de sentimientos de bienestar o de malestar. Esa "educación" puede llegar desde el miedo, o la férrea disciplina, o por el contrario desde la curiosidad, el respeto, el bienestar. Dependiendo de cómo se produzca, desarrollamos unas filias o unas fobias. Quién no ha dicho o escuchado: "yo soy persona de letras", "no puedo con las matemáticas"...son frases resultado de esos "aprendizajes" que hemos interiorizado.
¿Qué es y qué supone un fracaso escolar o la frustración?, ¿educamos en la competición en lugar de la colaboración?. Si hemos asumido esas pautas erróneas, María González, nos aporta también herramientas para corregirlas.
Desde la pespectiva personal, paterna, educativa, social. Por ejemplo, desde la "gamificación"; o con métodos como el que propone el profesor César Bona en su libro "La nueva educación".