Los 'primeros pasos' de Hugo

Pontevedra
15 de octubre 2016

Hugo acaba de cumplir cuatro años. A pesar de su corta edad, su vida no ha sido nada fácil. Desde el día en el que nació ha tenido que sortear numerosos obstáculos. Muchos se habrían rendido pero él demuestra una fortaleza digna de un héroe. Ahora, disfruta de una segunda oportunidad en el nuevo centro que Amencer ha abierto en Pontemuíños y la está aprovechando al máximo. La sonrisa es ya habitual a su alrededor

Hugo en el centro de Desarrollo Neurológico Infantil de la asociación Amencer
Hugo en el centro de Desarrollo Neurológico Infantil de la asociación Amencer / Mónica Patxot

Hugo acaba de cumplir cuatro años. A pesar de su corta edad, su vida no ha sido nada fácil. Desde el día en el que nació ha tenido que sortear numerosos obstáculos. Muchos se habrían rendido pero él demuestra una fortaleza digna de un héroe. Ahora, disfruta de una segunda oportunidad y la está aprovechando al máximo. La sonrisa es ya habitual a su alrededor.

Aún es hoy el día en el que Carmen, su madre, recuerda todo lo que han pasado. Hugo fue un niño prematuro. Nació tras solo treinta semanas de gestación. Pesaba apenas kilo y medio y sus primeros 42 días de vida los pasó en la unidad de neonatos del Hospital Provincial. Pasado el susto inicial, su familia de Estribela (Pontevedra) lo recibió en casa con los brazos abiertos.

Su primer año fue "todo normal", según sus padres, pero poco a poco "empezamos a ver que algo no iba bien". Los médicos inicialmente les aseguraron que su hijo tenía un retraso psicomotriz, pero que se resolvería con el tiempo. "Pero la cosa no avanzaba a pesar de que probamos diferentes terapias", explica Carmen.

Y a los dos años y medio descubrieron la verdad. Hugo tenía una parálisis cerebral que le impedía desarrollarse como un niño normal. "No estábamos preparados para eso", reconoce su madre. "Lloramos mucho porque nadie nos sabía decir si iba a poder caminar", a pesar de que visitaron numerosos especialistas en toda Galicia. Todos confirmaban el mismo pronóstico.

Fue entonces cuando supieron del centro que la asociación Amencer tiene en Pontemuíños (Pontevedra). Carmen asegura que nada más llegar a sus instalaciones "no recibimos más que atención, cariño y comprensión". Allí comenzó a tratarlo su equipo de profesionales, expertos en el tratamiento de patologías de origen neurológico.

Y poco a poco, Hugo comenzó a mejorar. No solo en cuanto a comunicación, sino también en su coordinación y su movilidad. Tanto que ahora mismo solo necesita cierta ayuda para caminar. "En mi casa se ha vuelto a sonreír", asegura Carmen, que se emociona cada vez que recuerda el camino que han recorrido hasta llegar a donde están ahora.

La historia de Hugo ha trascendido porque él es uno de los cinco niños que han estrenado la nueva unidad con la que cuenta Amencer en Pontevedra, el Centro de Desarrollo Neurológico Infantil 'Primeros Pasos', destinado a niños y niñas de entre 0 y 6 años.

En él, se aborda la atención temprana de los niños con trastornos neurológicos, retrasos madurativos, trastornos psicomotrices, déficits sensoriales, del lenguaje y la comunicación, patologías sin filiar o diagnósticos sin determinar, dando protagonismo a la familia e introduciendo las nuevas tecnologías y el juego como método transversal en los tratamientos.

Su coordinadora, María Bernárdez, ha explicado que este centro busca abordar la estimulación del niño con una metodología basada en el juego y las terapias, no sólo de modo tradicional sino también a través de realidad virtual y de las nuevas tecnologías porque "si cuando pisan el suelo sale una flor de colores para ellos es mucho más estimulante".

El trabajo se realiza en tres salas diferenciadas. La primera es la sala de logopedia y nuevas tecnologías para el abordaje de problemáticas relacionadas con la comunicación y estimulación cognitiva. Allí se tratan todo tipo de alteraciones del lenguaje y la comunicación, así como los trastornos en la alimentación causadas por diferentes disfunciones.

Por su parte, en la sala de terapia ocupacional y promoción de la autonomía personal, a través del juego se potencian las habilidades y destrezas del niño al tiempo que se fomente la independencia funcional para las actividades de la vida diaria; y en la sala de fisioterapia y psicomotricidad se fomenta la adquisición de destrezas motrices y se potencian al máximo las capacidades de movimiento a través de la estimulación multisensorial y la motivación del niño.

Todo ello se hace con una "transparencia total" de cara a las familias, ya que las salas son acristaladas y los padres pueden ver qué es lo que están haciendo sus hijos y participar con ellos en las terapias. Además, este método propicia que se ayuden entre sí, que no se sientan solos y compartan sus experiencias.

Con este centro Amencer quiere "abrirse más a la sociedad pontevedresa", según ha explicado su gerente, Mónica Touriño. En este nuevo servicio no solo se atenderán a niños con parálisis cerebral o trastornos graves, sino también a aquellos que pretenden otro tipo de diagnósticos como déficit de atención, problemas psicomotrices o trastornos del lenguaje.