El ex patrón mayor y dos responsables de un astillero niegan ante el juez el fraude en la cofradía de Cambados
Por Mónica Patxot & Natalia Puga
El ex patrón mayor de la cofradía de pescadores de Cambados, Benito González, y los dos administradores de los astilleros de esa localidad Polináutica S.L. se han declarado este martes inocentes del delito de fraude de subvenciones por el que se sentaron en el banquillo de los acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra. El fiscal que llevó la investigación del caso decidió no acusarles, pero sí lo hizo la acusación particular, que ejerce la Xunta de Galicia y pide que sean condenados a tres años de prisión.
Los hechos que les sientan en el banquillo se produjeron en el año 2009, cuando les acusan de engañar a la Consellería do Medio Rural e do Mar en el importe del valor de un barco que se construyó con cargo a una subvención, al justificar que se había construído para la cofradía una embarcación valorada en 293.507,63 euros cuando un peritaje judicial valoró la construcción en 231.047, esto es, 62.466,63 euros menos.
Durante su declaración en el juicio en la Audiencia, Benito González, aseguró que desconocía el proceso por el que se solicitó la citada subvención a la Xunta, pues eran trámites que realizaban, dentro de la propia cofradía, la secretaria y contable y, luego, la asesoría que tenían contratada. Él tan sólo firmaba los papeles.
Sobre el motivo por el que se eligió al astillero en cuestión y no a otro, aseguró que se pidieron tres presupuestos y que, además, se trata de un astillero que trabaja con varias cofradías de la zona. Además, negó que en el seno de la propia cofradía hubiese voces críticas que le advirtiesen sobre el precio del barco ya antes de que se iniciase este procedimiento penal. De hecho, es construyó y "se trabajó con él, esto vino después".
La acusación particular también acusa a los administradores del astillero, José Luis Núñez y Fernando Otero, que insistieron igualmente su inocencia. Fernando Otero fue tajante y aseguró que su responsabilidad en estos hechos juzgados es "ninguna", pues "yo solo me dediqué a la parte con los trabajadores". Para todo lo demás, "se tienen que dirigir a la oficina".
Según declaró, estuvieron casi un año trabajando en ese barco y el precio elevado se justifica en varias circunstancias. Una de ellas es que "un barco único que tanto sirve para salir a buscar navaja como ostra, incluye grúa, va super reforzado". Al respecto, José Luis Núñez explicó que una de sus singularidades es que sirve tanto para pesca como para acuicultura y que el astillero ofreció a la cofradía una garantía de 12 años, un tiempo que "no hay ningún astillero que lo dé".
Este barco pudo tener esta garantía tan larga porque tenía "doble espesor" y todo eso encarece. De hecho, asegura que si se tiene en cuenta que fue necesario realizar un molde específico, con su fabricación incluso "tenemos dinero perdido". Si no se cuenta ese molde, que se podría llegar a utilizar para otros barcos, los beneficios fueron de entre el 5 y el 60 por ciento.
Frente a los peritajes oficiales que indican que el precio en el que se valoró el barco para pedir la subvención fue superior al real, un perito independiente aportado por la defensa aseguró durante el juicio que el técnico de la Xunta no tuvo en cuenta en sus cálculos criterios que hacen subir el valor del barco y el principal elemento que justifica que el precio encarezca son las garantías aportadas por el astillero.
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