Las nuevas agresiones al patrimonio arqueológico que se han apreciado en el petroglifo de Chan do Carbón 3 en Campo Lameiro, han provocado que el grupo de trabajo de Anovaterra, de la organización política Anova, pida la dimisión del director del Parque Arqueolóxico de Arte Rupestre (PAAR), José Manuel Rey. Este colectivo culpa a la Xunta de Galicia de ser responsable de los daños y de la destrucción del patrimonio al no establecer protocolos de actuación ni habilitando medios para la gestión.
Anovaterra pide que las instituciones públicas relacionadas con el patrimonio se impliquen en el diseño de un plan de emergencia con medidas de apoyo personales y materiales para señalizar y fomentar el cuidado de los elementos del patrimonio arqueológico y cultural. En este sentido, lamentan la infrautilización de la experiencia y de los medios personales de los técnicos del Museo de Pontevedra para asumir labores de colaboración para el cuidado de este patrimonio amenazado.
Al mismo tiempo, este colectivo demanda la intervención de diferentes organismos como goberno de Estado, de la Unión Europea, la Unesco por la vulneración de la legalidad vigente. Denuncian que no se toman medidas preventivas para evitar la utilización de la maquinaria pesada sin control o la declaración de riesgo de incendios en espacios provistos de petroglifos.
Además inciden en que el Parque Arqueolóxico de Arte Rupestre de Campo Lameiro contó con una inversión de 10 millones de euros y por eso reclaman que se reconvierta en referente a través de la dotación de los medios necesarios, así como la implicación de la Universidad para que se investigue y se realicen proyectos piloto de alta tecnología.
Ante los últimos daños causados, Anovaterra pide la dimisión de responsables de la Consellería de Cultura en la gestión del patrimonio arqueológico, del director del PAAR de Campo Lameiro como responsable de la falta de una política de protección del patrimonio y de la mala gestión del parque.