La empresa Ence, a través de un comunicado, ha dado explicaciones sobre el cómo y por qué procedía el pasado lunes 18 al derribo del campo de fútbol de Praceres. Al tiempo, da respuesta a algunas máximas que a raíz de la demolición, habían puesto sobre la mesa populares y nacionalistas de Pontevedra.
En primer lugar la pastera aclara los motivos de dicha demolición. Así, el derribo es resultado del Expediente de Caducidad de la concesión de terrenos en Lourizán, "consecuencia de las demandas de la asociación Salvemos Pontevedra", y que supusieron también la pérdida para Ence, de la titularidad del suelo del campo de fútbol de Placeres.
Para dar cumplimiento a la resolución judicial dictada en el mes de julio de 2015, la empresa realizó las pertinentes gestiones con el Servicio de Costas de Pontevedra. Una vez concluida la demolición y la adecuación del terreno, "la compañía procederá a su devolución al Estado, que es el propietario del mismo".
En cuando al futuro uso del solar, se destinará a ampliar la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Pontevedra, colindante con la dotación deportiva.
Sería, según el comunicado de Ence, un primer paso para resolver el problema de depuración de aguas de la zona. Al respecto, se recuerda que la Unión Europea condenó a España por incumplir la normativa de calidad de aguas residuales y que la EDAR de Pontevedra requiere de una ampliación al no cumplir con los parámetros establecidos por las autoridades europeas.
También previamente a dicho derribo, representantes de la empresa llegaron a un acuerdo con el Club San Andrés de Lourizán y su equipo de Veteranos para que puedan contar con nuevas instalaciones deportivas. En este punto añaden que "la compañía quiere participar de forma importante en la financiación de nuevas instalaciones siguiendo con su política de responsabilidad empresarial y de compromiso con la calidad de vida de los vecinos de Pontevedra y su comarca".