¿Por qué siguen cerradas las ruinas de Santo Domingo?

Pontevedra
12 de diciembre 2015

Carlos Valle y Xosé Leal explicaron que la intervención prevista para los trabajos de rehabilitación y consolidación del conjunto está terminada, pero el equipo encargado de hacerla "detectou problemas de inestabilidade", de modo que se hace necesaria una segunda intervención para poder abrir el entorno "con plenas garantías" de seguridad

Carlos Valle visita las ruinas de Santo Domingo
Carlos Valle visita las ruinas de Santo Domingo / Mónica Patxot

Las ruinas de Santo Domingo se cerraron en agosto de 2013 tras sufrir una serie de desprendimientos. Tras eso, y con autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, la Deputación Provincial de Pontevedra realizó una serie de trabajos de rehabilitación y consolidación del conjunto. Las tareas terminaron el pasado verano, pero el monumento situado entre la avenida de Montero Ríos y la calle Riestra, sigue cerrado. ¿Por qué? El diputado provincial de Cultura, Xosé Leal, y el director del Museo de Pontevedra, Carlos Valle, han desvelado la respuesta: por motivos de seguridad

Carlos Valle y Xosé Leal explicaron este viernes que la intervención prevista está terminada, pero el equipo encargado de hacerla "detectou problemas de inestabilidade", de modo que se hace necesaria una segunda intervención para poder abrir el entorno "con plenas garantías" de seguridad. 

La actuación está ahora en manos de la Dirección Xeral de Patrimonio, de modo que, hasta que llegue la preceptiva autorización, no puede fijarse la fecha para el inicio de los trabajos. La intención de la Deputación es poder empezar a ejecutar las obras para el próximo verano, pero no pueden concretar ningún plazo

De todas formas, Carlos Valle ha querido matizar que en años anteriores las ruinas ya solían estar cerradas en otoño e invierno, de modo que en esta época posiblemente estuviesen cerradas al público igualmente. 

Es el edificio más antiguo de todos los que forman parte de nuestro Museo. Se conserva únicamente la cabecera, de cinco ábsides, excepcional en el gótico gallego, y parte del muro sur de la iglesia y la entrada al capítulo del convento de Santo Domingo, fundado en torno a 1282, si bien las obras del templo actualmente conservado no se iniciaron hasta 1383, continuando a lo largo del siglo XV. Según ha explicado Valle, en la zona en la que en la actualidad está la reja había un muro cuyos restos fueron trasladados a otra zona. Ahí estaría el motivo de esa falta de seguridad.