La Fiscalía cree que los dueños de Mara Poio cometieron una estafa pero considera que el delito ha prescrito
Por Redacción
Este jueves ha concluido en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra la vista oral del juicio por estafa que sienta en el banquillo a los responsables de Mara Poio, concesionario de Kia. Los acusados son el gerente de Mara Poio, Benito C. M., su padre Manuel C. M., dueño del Talleres Auto Mara, y Pablo Guillermo C. M., quien figura al frente de Ponte Roda, empresa dedicada a la compra venta de vehículos.
En sus conclusiones definitivas el fiscal mantuvo su petición inicial de dos años de prisión para cada uno de los procesados, aunque ha añadido que considera que el delito de estafa común ordinaria del que se les acusa ha prescrito, pues se habría cometido, presuntamente, en el año 2008 y la querella se presentó en mayo del año 2012, siendo el plazo de prescripción es de tres años.
Por el contrario, la abogada que ejerce la acusación particular mantiene que el delito está vigente ya que sostiene que se trata de un delito agravado por lo que no prescribiría hasta 7 años después.
Recordemos que estos tres empresarios de Poio están acusados de estafar a una pareja que asegura que les compró un Kia Karens que les vendieron como kilómetro cero y que realmente era un vehículo que habrían reparado tras sufrir un accidente en el que fue declarado como siniestro total. Unos hechos que ellos han negado durante el juicio insistiendo además en separar la actividad de cada una de las tres empresas.
Frente a esta tesis el representante del Ministerio Público asegura que estas tres firmas conforman una unidad.
El juicio ha quedado visto para sentencia.