Los responsables de Mara Poio niegan que vendiesen como kilómetro 0 un vehículo siniestro total
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
Los encargados y responsables de Mara Poio, concesionario de vehículos Kia en Andurique, han mantenido este jueves su inocencia de las acusaciones que les sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Un cliente les acusa de haberle vendido como si fuese kilómetro 0 un vehículo Kia Carens que en realidad había sido declarado como siniestro total en un accidente, pero ellos mantienen, con distintas estrategias, su inocencia.
Benito C.M. aseguró que no conocía a los clientes denunciantes, una pareja de Vigo que había contactado con un comercial de Kia en el Salón del Automóvil del Ifevi, y que, en el caso de que realmente ellos realmente comprasen su coche en su concesionario no había sido a través de él. Pablo Guillermo C.M. reconoció que vendió un coche a la pareja en cuestión, pero que en todo momento les dijo que no era un coche nuevo. El tercer acusado, Manuel C.M., negó toda vinculación con la venta, alegando que esos hechos fueron del año 2008 y él llevaba desde 2004 desvinculado del día a día de la empresa.
Los procesados intentaron separar las empresas de las que son responsables unas de las otras para intentar eludir responsabilidades, pero los testigos pusieron de relevancia los vínculos entre todas las sociedades. Mara Poio y Ponte Roda tienen el mismo domicilio social en Poio. Justo al lado, se encuentra el establecimiento Talleres Auto Mara. De Mara Poio son socios Manuel y Benito C.M. y este último administrador único. De Ponte Roda es socio fundador Manuel C.M. y administrador único Pablo Guillermo C.M.
En el juicio celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra declararon las dos personas que presuntamente sufrieron la estafa y denunciaron a Mara Poio. El hombre, A.C.G., aseguró sin ningún género de dudas que Benito C.M. "es el que nos ha vendido el coche", pero que Manuel C.M. también tuvo implicación porque "cuando había que tomar una decisión importante le llamaron a él" y que el tercer imputado, Pablo Guillermo C.M. "normalmente era el que andaba metiendo y sacando coches" del concesionario.
El hombre aseguró que "nunca" le dijeron que el coche ya había tenido un accidente y que ellos se acercaron hasta el Ifevi y luego hasta el concesionario de Kia en Poio porque "íbamos a comprar un coche nuevo". Los tres procesados están acusados de un delito de estafa por el que el fiscal pide que les condenen a dos años de prisión y su víctima insiste en tal extremo, pues, en su caso, "yo creo que un poco más que engaño".
Por el coche pagaron 18.650 euros y entregaron un Opel Astra propiedad del suegro del comprador, de modo que el fiscal considera que los tres procesados deben indemnizar a sus víctimas con 21.520 euros por el precio pagado y los intereses pagados por la financiación, 3.104,26 euros. El procesado insistió en que "no es solo el valor del coche", sino que los daños son mayores que los económicos, "es el dolor que nos están haciendo pasar" y que su esposa estaba embarazada.
Otro de los testigos fue su esposa y también víctima, que también aseguró que el coche se lo vendieron en Mara Poio y "nos dijeron que era kilómetro 0". Desde la compra no pararon de sucederse los problemas e incluso asegura que inicialmente no les entregaron la documentación del coche y tardaron un tiempo en conseguirla. Ellos descubrieron lo que pasaba porque necesitaron pintar el coche y, cuando quisieron hacer uso de la garantía, les dijeron que el coche no era originariamente del color negro que ellos lo compraron, sino que el coche ya había sido repintado. Dados los problemas derivados, acabaron en Consumo y en el juzgado y ya se enteraron de que el coche ya se lo habían vendido antes a otro cliente y el 29 de diciembre de 2007 sufrió un accidente en el que fue declarado siniestro total.