Una casa con mucha vida
Por Oskar Viéitez
Alrededor de 120 personas pasan cada día por la Casa Azul.
Este edificio municipal de cuatro plantas, situado en la calle Sor Lucía, acoge la actividad de entidades sociales como el Secretariado Gitano, la Fundación Meniños, la asociación Anti VIH-Sida, la oficina de desahucios, etc.
Lupus, Fibromialgia, Alcohólicos anónimos, hasta ocho asociaciones tienen aquí su sede junto a los servicios municipales de Xuventude, Educador Familiar, Benestar.
Alberga talleres de breakdance, yoga, jardinería, informática, fontanería y también terapéuticos, y es el corazón de la RedeAxuda.
Ahora acaba de sufrir una importante remodelación interna llevada a cabo con cuatro duros y mucha imaginación por parte de sus usuarios. Pintura, conexiones eléctricas o la construcción del mobiliario, fueron asignaturas de los distintos obradoiros ocupacionales, y los materiales se reciclaron del almacén municipal de Campañó.
También los accesos fueron adaptados para hacer accesible este espacio.
Las Salas están bautizadas con los nombres de Fontáns, Almofrei, Lérez, Gafos así todos los ríos de la comarca.
La concejala de Benestar Social, Carme Fouces, habla de este edificio con pasión y orgullo. Sorprendentemente se muestra convencida de que la Casa Azul todavía puede dar más de sí y anuncia que intensificarán algunos programas como el de la erradicación del analfabetismo, habilitarán un taller de cerámica, pondrán en marcha un programa de voluntariado y que crearán de la mano de Agareso una emisora 'on line' como altavoz para personas en situación de exclusión, discapacitados o mujeres.
Trabajan además en lograr la capacitación legal que acredite oficialmente las competencias de los usuarios de los talleres y homologue los cursos que se dan.
Además están ultimando el proyecto Hedra, en el que se dará espacio a algunas asociaciones de ámbito social en la Casa Azul para que luego devuelvan a la ciudadanía algún tipo de actividad.