No vinieron a robar, vinieron a una descarga de droga
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
David N.R. y Miguel Ángel N.J. se sentaron este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Pontevedra acusados de entrar a robar, junto a otras tres personas no identificadas, en una casa de Vilagarcía, encañonar al propietario, golpearle con un bate y amenazarle con un cuchillo en el cuello al tiempo que amedrentaban a su esposa y su hija de tres años. Ambos negaron frontalmente tales acusaciones y defendieron su inocencia, pero sí reconocieron que en septiembre de 2012 viajaron desde Valencia a las Rías Baixas para cometer un delito: participar en una descarga de droga en una playa a cambio de 3.000 euros.
David N.R. tildó de "totalmente falsa" la acusación de que ambos cometiesen un robo con fuerza en la casa del empresario vilagarciano Jesús Brea Martínez y añadió que, de hecho, "no conocía de su paradero ni de su existencia" y él "no había hecho un robo con violencia en mi vida". Por su parte, Miguel Ángel N.J. se aferró a que es "inocente totalmente" de los hechos de los que se le acusa.
Durante el juicio celebrado en la Sección Cuarta, Miguel Ángel N.J. acabó reconociendo que el día de los hechos, el 17 de septiembre de 2012, estaba en casa de la supuesta víctima cuando llegaron cinco personas haciéndose pasar por policías para robar, pero que él y las personas que le acompañaban escaparon y pusieron rumbo de regreso a Valencia.
Según explicó, desde su detención e ingreso en prisión provisional por estos hechos ha sufrido amenazas, tanto en persona como a su ex pareja, a la que supuestamente extorsionaron pidiéndole 70.000 euros, de modo que ahora "yo se lo cuento todo porque ya me da igual que vengan a mi casa". Detras de las amenazas estaría, según su declaración, la presunta víctima, de modo que Miguel Ángel aprovechó su alegato final al término del juicio para pedir en la sala que quedase constancia de que "si en algún momento, dentro o fuera de la cárcel, a mí me pasa algo, que conste que Jesús Brea Martínez tiene algo que ver". Ante esa afirmación, la magistrada presidenta del tribunal, Nélida Cid, le invitó a presentar denuncia.
El fiscal acusaba inicialmente a ambos procesados po un robo con violencia en casa habitada, un robo de uso con fuerza y una falta y un delito de lesiones y pedía que cada uno fuese condenado a cinco años de prisión, al asegurar que no sólo les golpó sino que se llevó un coche, 25.000 euros y 49 relojes, entre otros objetos. Tras el juicio de este martes, añadió a su acusación la petición de tres años y seis meses de prisión por un delito de lesiones y una multa de dos meses por una falta lesiones.
La acusación particular, que ejerce el empresario atacado, pide también que sean condenados por un delito de detención ilegal, de modo que quiere que cumplan una pena global de 20 euros mientras que su abogado defensor solicita que sean absueltos o, de forma subsidiaria, condenados por un robo por violencia y ve "desproporcionadas" las peticiones de condena del resto de las partes.