Rueda desembarca en Pontevedra para poner orden en el grupo municipal del PP
Por Alejandro Espiño
"Ha sido una reunión muy positiva para preparar el pleno del jueves". Fueron las únicas palabras de Jacobo Moreira tras la reunión con los seis ediles "díscolos" celebrada en la sede del Partido Popular. Pero digan lo que sigan, no fue un encuentro al uso. Con ellos estaban Rafael Louzán, líder del PP en la provincia, y Alfonso Rueda, secretario xeral del PPdeG. Y es que la dirección del partido no ha tenido más remedio que intervenir.
Fue durante una reunión que duró más de una hora. Fuentes del partido aseguran que fue un encuentro "tenso", en la que ambas partes expusieron sus argumentos a Alfonso Rueda. Eso sí, de su contenido apenas han trascendido detalles. "El único que puede hablar de este tema, a partir de ahora, es Jacobo", reconocían a la salida dos de los ediles rebeldes, José Manuel Guillán y Ricardo Aguilar.
Pero sus caras lo decían todo. Los seis concejales críticos, los dos antes mencionados más Begoña Laya, Pablo Fernández, María Biempica y Celia Soto, llegaron muy puntuales al encuentro. Venían juntos y muy sonrientes. Aseguraban estar "tranquilos y con ganas" de encontrarse con Louzán y Rueda. Pero a la salida, su semblante era mucho más serio y apenas articularon palabra. El enfado en algunos de ellos era más que evidente.
Desde la parte "oficialista", tampoco quisieron explicar cómo había transcurrido el encuentro o si se había tomado alguna decisión al respecto de la rebeldía de estos seis concejales. Con un simple "nada que decir, gracias", Alfonso Rueda esquivó las preguntas de los periodistas. Mucho menos dicharachero, igual que sus compañeros, que a su llegada. "¿Qué pasa aquí? ¿Esperáis a alguien?", bromeaba Louzán nada más encontrarse con los fotógrafos.
Pero esta postura unitaria y silenciosa que compartían unos y otros, no tiene nada que ver con lo que sucedía horas antes. Aunque desde el partido, públicamente, seguían reacios a hablar de este asunto, se reconocía por primera vez la existencia de la crisis interna en el grupo municipal. El propio Rafael Louzán instaba a "mejorar las relaciones" entre los once concejales del PP en la capital de la provincia.
Y los críticos reforzaban su pulso a la dirección del partido. "La única forma de solucionar ese asunto es dar marcha atrás en el tema de las dedicaciones exclusivas y volver a la situación anterior", aseguraban fuentes próximas a estos seis ediles. Insistían en que la presentación del recurso judicial por parte de Moreira era un error y acusaban directamente al portavoz de ser quien estaba provocando con su actitud la fractura en las filas populares.
"Lo único que está consiguiendo día a día es que se unan más", reconocían estas mismas fuentes. "Tienen claro que sea cual sea la decisión que tomen, lo harán pensando en lo que más les convenga a los seis", aseguraban, en relación a la posibilidad de que abandonasen las filas del PP y se quedaran como concejales no adscritos, una situación que reduciría el peso de los populares en la oposición y provocaría, sin duda, un gran daño para la imagen del partido y del propio Moreira como futuro candidato a la alcaldía. Y todo ello, recuerdan, en la ciudad de origen de Mariano Rajoy.
El último punto de fricción entre ambas partes fue el "pincho" con la prensa que Jacobo Moreira organizó en la noche del lunes
El último punto de fricción entre ambas partes fue el "pincho" con la prensa que Jacobo Moreira organizó en la noche del lunes. Ninguno de los seis ediles díscolos fue invitado, a pesar de que apenas una hora antes habían mantenido una reunión con sus otros cinco compañeros. Ellos, María José Rodríguez, César Abal, Ana Isabel Vázquez y Beatriz García Riestra, sí acompañaron a su portavoz. Un gesto considerado por los críticos como "un nuevo desafío".
En todo caso, las próximas horas se antojan claves para desentrañar el futuro del grupo municipal del PP. El asunto de las dedicaciones exclusivas, el verdadero detonante de toda esta crisis interna en las filas populares, volverá a tratarse en el pleno del jueves. Tendrán que decidir si el Concello se persona (que lo hará) en la demanda presentada por Moreira para recuperar vía judicial los sueldos para su grupo.
Todo apunta a que el gobierno local podría ofrecer, una vez más, un pacto a la oposición que devolvería a los populares sus tres dedicaciones exclusivas y un contrato para personal de confianza. Llegado a ese punto, la pregunta es ¿qué harían los concejales del PP? ¿Aceptaría Jacobo Moreira o se mantendría firme? ¿Los seis ediles díscolos acatarían la decisión de su portavoz o volverían a romper la disciplina de voto? Veremos qué pasa.