La muerte de una cerda enfrenta en los juzgados a una vecina de A Lama y a su inquilino
Por Redacción
Poco podía imaginar Laura Garrido García cuando alquiló su casa de Paradela de Xende, en el Concello de A Lama, que terminaría en el juzgado. Mucho menos que lo haría en calidad de acusada y que el motivo que la llevaría allí sería determinar la titularidad de su cerda.
Alquiló su vivienda al ciudadano de origen nuruego Steve Hulaft tan sólo dos meses después de reformarla completamente. Al poco empezaron los problemas. Cinco meses después de la llegada del inquilino, descubrió que "la había destrozado completamente" y tuvo otra ingrata sorpresa: s había adueñado sin su permiso de la cerda que tenía en una cuadra rte anexa a casa.
El inquilino estuvo, en total, cinco meses en la vivienda. Durante "los de los últimos meses se adueñó de la cerda y empezó a alimentarla". Al final el animal "acabó muriendo, le daba de comer lo que no debía", según acredita un informe que la familia de Laura Garrido solicitó a un veterinario.
Los desencuentros entre dueña e inquilino fueron previos a este fallecimiento y terminaron con Steve Hulaft fuera de la vivienda y presentando una denuncia contra Laura Garrido por hurto en el Juzgado de Guardia. Acudió a la via judicial asegurando que la cerda era suya y que ella se la había quitado. Pero ella sostiene que estaba en la cuadra que está aparte de la casa y no se la alquilé".
Este miércoles 3 de septiembre el Juzgado de Instruccion número 3 de Pontevedra citó a inquilino y dueña para una vista oral en los Juzgados de A Parda. Los dos acudieron, ella acompañada de varios familiares y testigos y él con una persona con la que había estado compartiendo la vivienda en cuestión.
La vista se suspendió porque el demandante no llevaba intérprete de noruego
Entraron en la sala de vistas. Laura Garrido, con una sensación de "impotencia" porque no entedía cómo era posible que un mero contrato de alquiler la hubiese llevado a tal situación. Peor sensación llevaba a la salida de la sala. Cuando estaban todos dispuestos a comenzar el juicio, el demandante, Steve Hulaft, solicitó al juez que lo suspendiese. No llevaba intérprete.
"Firmamos el contrato de alquiler sin necesidad de traductor. Yo traté con él todo este tiempo sin problema y ahora lo necesita. Esto es increíble", relataba la demandada cuando ya salía de los juzgados. Tendrá que volver el 14 de noviembre, según la citación que ya le entregaron del juzgado. Volverán ella, sus hijos y las testigos que, según relataron, van a contar que "desvalijó la casa, se llevó mis pertenencias, me destruyeron la casa y parte de la vida".
Pero aún tendrán pendiente una nueva cita judicial. Esta con Laura Garrido como demandante porque "aún me debe el último mes de alquiler y varias facturas de la luz, facturas descomunales, en sé qué estaría haciendo para consumir tanto".