Un día de "recoñecemento e de respecto para quen tanto e durante tanto tempo sufriron". Eso es lo que vivió este viernes el Teatro Principal de Pontevedra. En cumplimiento de un acuerdo plenario en el que hubo acuerdo de los tres partidos con representación, se celebró un acto de restitución simbólica y homenaje a los miembros de la Corporación y funcionarios represaliados como consecuencia del levantamiento fascista de julio de 1936.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, lo vivió con emoción, como una jornada "de honra e de xustiza", pero también "de emoción e de orgullo compartido coas familias que levan ben alto o facho dos ideais polos que loitaron os seus". En el acto estuvieron presentes representantes de las familias represaliadas y del personal del Concello.
Mostró su emoción Lores por haber podido culminar un proceso de recuperación de la memoria de los represaliados en la Dictadura que comenzó en el año 1999, en su primer mandato como alcalde, pues se muestra un firme defensor de que "non se pode construír o futuro dun concello, non se pode erguer un país sobre o esquecemento, sobre a ocultación do pasado".
Convencido de que "non se pode erguer nada novo sobre a ruína moral, sobre o ermo ético, sobre o sometemento, sobre o olvido", quiso honrar a todas las víctimas del Franquismo en Pontevedra, no sólo a las más conocidas como Alexandre Bóveda o los diez represaliados del 12 de noviembre, sino a "todos e cada un dos obreiros e mariñeiros asasinados impunemente nas cunetas e nas rías".
Con la banda sonora ofrecida por la Banda de Música de Pontevedra y el gaitero ÿscar Ibáñez, el historiador e investigador Xosé Álvarez Castro recordó a todos los represaliados, tanto los asesinados como quien fueron sometidos a expedientes de depuración o sufrieron prisión, multas, exilio y todo tipo de castigos. Los nombres de los más de 50 homanejeados se dijeron uno a uno para honrar su memoria, uno de los momentos más emotivos del acto junto con el discurso de Lores y el minuto de silencio con el que se puso punto y final al homenaje.