Cada semana algún pontevedrés presenta una denuncia falsa en la Policía
Por Redacción
Denunciar falsamente la comisión de un delito, acusar a alguien faltando a la verdad o denunciar haber sido víctima de un delito inexistente conlleva unas consecuencias, en la mayoría de los casos, muy desagradables para la persona que las realiza. A pesar de que periódicamente la Policía insiste en ello, los pontevedreses se dejan seducir por posibles beneficios de esta forma de actuar y todas las semanas se detecta en la Comisaría de la Policía Nacional algún caso de denuncia falsa.
Toda denuncia presentada en la Comisaría conlleva su investigación, por lo que, tarde o temprano, se acaba descubriendo si alguien ha simulado ser víctima de un delito. En el caso de Pontevedra, la media de infracciones de este tipo detectada se sitúa en cuatro o cinco por mes.
La última que ha salido a la luz se produjo el 21 de noviembre, cuando un hombre se inventaba un asalto en plena calle para ocultar que había perdido un teléfono móvil valorado en 460 euros y conseguir, de esta forma, que el seguro le cubriese la adquisición de uno nuevo. La mentira fue detectada por los investigadores y fue detenido e imputado, teniendo que comparecer ante el juez.
Según informa la Comisaría pontevedresa, las más comunes son las denuncias de robo con violencia que son las que admiten las compañías de seguros para resarcir a sus asegurados. Se denuncian robos con intimidación para aprovecharse del seguro de la casa, daños intencionados en el vehículo para reparar la chapa y pintarlo o robos para adquirir un nuevo móvil.
Una variante de esta modalidad es denunciar el robo del vehículo cuando ha intervenido en la comisión de un delito o de un accidente y ha huido o no lo ha declarado, intentando inhibirse de su responsabilidad. Y también se dan casos de personas que acusan a personas con nombres y apellidos de ser autor de un delito inexistente, por ejemplo, por venganza.
Otros casos, también bastante comunes, son las denuncias de robo con intimidación de carteras o de dinero a la salida de un cajero, que suelen utilizarse para ocultar un gasto extraordinario de dinero, evitar reconocer la pérdida o gastos inconvenientes de dinero ante un jefe o ante la familia.
Son acusados también de denuncia falsa, los que inducen a realizar estas malas prácticas, esos que aseguran que "no pasa nada", pero sí que pasa. Lo inmediato es la detención y puesta a disposición judicial.