Convertidos en tablones de anuncios, los artísticos quioscos que gestionaba Cogami dejaron de tener uso hace nueve años y empezaron entonces a contribuir al feísmo en la ciudad.
Esta semana comenzó la retirada de estas instalaciones, que por ahora están siendo depositadas en una parcela frente a la nave del Concello en la parroquia de Campañó que sirve de base a las brigadas municipales.
La iniciativa se enmarca en el plan de mejora y acondicionamiento del espacio público puesto en marcha este mandato por el gobierno local y que ya retiró de la Boa Vila las viejas cabinas telefónicas, las vallas publicitarias y ahora estas casetas.
Fue en otro mes de octubre pero del año 2014 cuando la Rede Galega de Kioscos presentaba un concurso voluntario de acreedores y un expediente de regulación de empleo extintivo para 16 empleados en la provincia, 11 de ellos trabajaban en los establecimientos de venta de prensa que tenían activos en la ciudad en Pontevedra.
Alegaron como motivo para el cierre los más de 700.000 euros de pérdidas que había acumulado en los anteriores cuatro años. Aquel ERE afectó a los trabajadores de los quioscos adjudicados a la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (COGAMI) de Rosalía de Castro, Avenida de Vigo, Plaza de Galicia y la playa fluvial.
Con la retirada de las abandonadas estructuras se cierra el último capítulo de aquella historia.