Menos de un día ha estado fondeada ante las costas de A Illa de Arousa la fragata rusa Shtandart. El buque, que ya había sido vetado en Francia, había intentado entrar sin éxito en los puertos de A Coruña y Vigo y, ante esta situación, optó por dirigirse a la ría de Arousa.
Desde su llegada el barco ha estado custodiado por dos embarcaciones de la Guardia Civil, pero tras la decisión de la capitanía marítima de Vilagarcía de negarle la entrada en su puerto, ha sido expulsado de aguas españolas. Ha sido sobre las seis y media de este sábado.
La fragata ha levantado el fondeo e inició sin incidentes su travesía para abandonar las doce millas de las aguas territoriales españolas, cumpliendo las órdenes que advertían al capitán de que si no se marchaban serían remolcados por las autoridades.
Esta orden está está amparada en las instrucciones de la Unión Europea para las embarcaciones rusas con motivo de la guerra de Ucrania y en las infracciones cometidas por el barco a la legislación española en materia de fondeos.
El veto de Europa a los barcos rusos afecta también a aquellos que han cambiado de bandera, como es el caso, ya que el Shtandart navega ahora con enseña de las Islas Cook.
En el operativo han participado la patrullera Río Luna de la Guardia Civil y la embarcación Salvamar Sargadelos de Salvamento Marítimo con el capitán marítimo de Vilagarcía, Juan Andrés Pérez, y el jefe del centro coordinación de salvamento de Fisterra, Manuel Capeáns, a bordo.
Ambos acudieron a la fragata para comunicarle al capitán directamente la orden de expulsión y supervisar la embarcación, que había alegado haber sufrido una avería eléctrica.
Por la noche, la zona de fondeo fue sobrevolada por el helicóptero Helimer 401, que aprovechó un vuelo de reconocimiento para inspeccionarla. En la boca de la ría estaba, además, el remolcador María Pita, que acompañó a la fragata hasta su salida a doce millas de la costa.
El Shtandart, según informa la Subdelegación del Gobierno, llegó a Galicia coincidiendo con la celebración del festival Iacobus Maris de Vigo, pero le fue negada la entrada a puerto vigués. Cuatro días antes lo había intentado en A Coruña, también con resultado negativo.
Dende entonces navegó con el sistema de identificación automática apagado y no respondió a las llamadas del centro de coordinación y salvamento de Fisterra. Ante la presencia de la patrullera de la Guardia Civil respondió por fin, alegando que había cambiado el distintivo identificativo y comenzó a responder a la radio con normalidad.
La llegada de este barco a aguas españolas ya había sido comunicada hace unos días a la capitanía marítima de Vigo por parte de la asociación de personas refugiadas AGA Ucraína, dado que el velero ya había intentado recalar en un puerto francés.