Las mariscadoras de la Cofradía de Lourizán trabajaron este lunes en la zona VI de Os Praceres.
Era el regreso a la faena tras medio año de paro y había nervios y preocupación entre este colectivo de profesionales ante la incertidumbre de lo que se iban a encontrar.
Así que ha sido una alegría descubrir que había almeja de buen tamaño y de clase A, incluso bastante berberecho. La presidenta de la agrupación de mariscadoras de la Cofradía de Lourizán, Loli Moreira, lo confirmaba "estamos muy contentas. Gracias a dios, la verdad es que nos llevamos una sorpresa y encontramos muy buena mercancía".
Esta primera jornada ha alimentado el optimismo en el sector y ha dado por buenos los seis meses de cierre de la actividad del marisqueo ante un pósito que parece haber recuperado su producción.
Sirva como referencia que en tan solo media hora las mariscadoras habían logrado recoger los 5 kilos de almeja japónica que tenían asignada de cuota.
Desde finales de diciembre las mariscadoras pontevedresas no volvían a la faena y durante este tiempo todo apunta que la decisión, además de obligada fue correcta ya que las playas se han ido regenerando y ha aumentado la presencia de molusco bivalvo vivo. Aunque Loli Moreira ha destacado que esto también ha sido gracias al trabajo de regeneración en los bancos marisqueros durante este tiempo "oxigenando el terreno, haciendo traslados o arando con el barco".
Maria del Carmen Vázquez, patrona mayor de la Cofradía de Lourizán recuerda que este paro de casi siete meses "fue algo más que insólito porque la situación que tiene el mar y el calor que hay en las aguas y todo esto no es nada normal".
Ahora esperan que continúe esta alegría y que este martes puedan recoger también la almeja fina. Una de las más cotizadas, pero también la más escasa.