Vecinos y comerciantes de Castelao, obligados a levantar vallas: ¿Problema de seguridad o aporofobia?

Pontevedra
09 de julio 2024

Hace tan solo dos meses que la comunidad de propietarios del número 6 de la céntrica calle Castelao de Pontevedra instaló una barandilla metálica de protección junto al acceso al inmueble. Anteriormente, habían puesto unos cables metálicos, que aparecieron arrancados de sus agarres en varias ocasiones, por lo que optaron por este cierre más robusto

Valla de metal instalada para proteger dos locales de la calle Castelao de personas que pernoctaban en el lugar
Valla de metal instalada para proteger dos locales de la calle Castelao de personas que pernoctaban en el lugar / Mónica Patxot

Hace tan solo dos meses que la comunidad de propietarios del número 6 de la céntrica calle Castelao de Pontevedra instaló una barandilla metálica de protección junto al acceso al inmueble. Ha sido el último intento para preservar la zona de una persona sin hogar que habitualmente utilizaba este espacio para pernoctar.

Anteriormente, habían puesto unos cables metálicos, que aparecieron arrancados de sus agarres en varias ocasiones, por lo que optaron por este cierre más robusto.

"No daba ningún problema, pero, claro, hacía sus necesidades y dejaba aquí los cartones todo el día", comenta una vecina que habitualmente sale a pasear a su perro a última hora de la tarde, momento en el que solía coincidir con esta persona. Esta mujer lleva residiendo con su marido cinco años en este edificio, en el que conviven tanto viviendas como oficinas, que ocupan las tres primeras plantas. 

Una opinión diferente es la del propietario de una tienda situada frente al citado inmueble. Denuncia con un enfado notorio que los problemas de convivencia con las personas sin hogar son constantes desde hace 25 años. Asegura que casi a diario se encuentra al abrir su comercio con la puerta infestada de orines y excrementos, además de basura en el alféizar de las ventanas-escaparate que discurren por la galería.

Esta galería conecta las calles Castelao y Frei Xoán de Navarrete. Es una servidumbre de paso público, aunque la propiedad se reparte, por tramos, entre los vecinos del edificio de Castelao 6 y los dueños del inmueble de Frei Xoán de Navarrete 5, que se divide en dos bloques: 5A, cuyo portal se orienta hacia la Fuente de los Niños, y el 5B, ya en el interior de la galería.

Son estas comunidades de propietarios las que asumen los costes de la limpieza y mantenimiento. Los primeros en instalar un cierre fueron los vecinos del 5A y el 5B. Se trata de un cableado de metal que se instaló poco antes de la pandemia, según confirma una residente. "Yo ya no salía tarde de casa pero por la mañana veías toda la galería perdida de basura y excrementos, hasta nos meaban en la puerta, nuestro portero siempre estaba limpiando y desinfectando", comenta una residente de avanzada edad.

Añade que la decisión de instalar el "alambre de protección" vino motivada porque, además de la basura, estas personas llegaron a mostrar una actitud agresiva. "Me dicen vecinos que los vieron masturbarse y lo peor fue cuando ya empezaron a venir con mujeres y perros y hacer sus cosas".

Se estudió la posibilidad de que las comunidades de propietarios costeasen dos portalones automáticos

Esta mujer lleva cinco décadas residiendo en el portal 5B. Calcula que fue hace unos 40 años cuando se abrió el paso hacia la calle Castelao, tiempo en que aún estaba en funcionamiento el desaparecido cine Gónviz. En ese momento, se estudió la posibilidad de que las comunidades de propietarios costeasen dos portalones automáticos, pero, al ser servidumbre de paso, fue imposible llevar a término el proyecto.

LOCALES VALLADOS

Los problemas que viven estos propietarios también los sufren otros establecimientos comerciales del entorno. En concreto, en los dos locales que ocupan el número 7 de la calle Castelao, y que comparten entrada. El propietario de uno de ellos señala que tuvieron que tomar la decisión de instalar la valla metálica hace año y medio, cuando las dos tiendas estaban aún abiertas.

Relata que una persona solía dormir en este vestíbulo y que, además de la suciedad que dejaba, el principal inconveniente es que permanecía allí en horario comercial.

Tras numerosas denuncias sin que la situación mudase, decidieron instalar esta valla de tipo portátil y eléctrica, puntualiza, lo que permite abrirla a distancia, para que en su momento pudiesen acceder los clientes. Tras el cierre de ambos establecimientos, se decidió mantener el vallado metálico por seguridad. Actualmente, ambos locales están en alquiler, pero ya nos avanza este propietario que están recibiendo ofertas para próximas aperturas.

¿PROBLEMA DE SEGURIDAD O APOROFOBIA?

En las situaciones relatadas, tenemos, por un lado, a unos propietarios desesperados y, por otro, a personas sin hogar en situación de vulnerabilidad. Es el punto en el que surge plantearse la pregunta que ocupa el titular de esta noticia: ¿Problema de seguridad, de aporofobia o ambos?

'Aporofobia': fobia a las personas pobres o desfavorecidas (Diccionario de la lengua española)

Según recoge la Fundéu-Rae (Fundación del Español Urgente), el término 'aporofobia' fue acuñado por la filósofa Adela Cortina en los años noventa y, desde entonces, su uso ha crecido significativamente y ya lo recoge el Diccionario de la lengua española con el significado de "fobia a las personas pobres o desfavorecidas".

En este sentido, preguntados tanto el copropietario del bajo comercial vallado de Castelao como los residentes del entorno, insisten en que la instalación de cierres solo responde a una necesidad de preservar la seguridad en la zona.

Los propietarios del inmueble de Frei Xoán de Navarrete argumentan en su defensa que desde hace años "permiten" que una persona sin hogar pernocte en un espacio recogido en el exterior de uno de los portales. En este lugar, esta persona ha depositado sus enseres. "Cuando no está paseando se queda allí a leer, es muy mayor y enfermo y varios vecinos le ayudan", apunta una de las residentes, que de esta manera quiere acallar a cualquiera que pueda acusarles de actuar con aporofobia.