La Xunta de Galicia ha recibido trece ofertas para ejecutar la obra de la senda que unirá Pontevedra con Marín, en la conocida como la carretera vieja de Marín, entre Mollavao y Os Praceres.
Esta intervención, licitada por cerca de 6,3 millones, permitirá habilitar un itinerario de 3,5 kilómetros de longitud por la margen derecha de la PO-546, con un ancho que oscila entre los 2,5 y los 4 metros, que se complementará con un aparcamiento, un mirador y un parque infantil.
La actuación, que cuenta con un plazo de ejecución de dieciocho meses, prestará especial cuidado a la seguridad y obligará a reducir la velocidad de los vehículos, gracias a la glorieta que se construirá a la altura del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán.
Esta glorieta facilitará, además, el cambio de sentido de los vehículos que proceden de Marín y que quieren acceder al aparcamiento disuasorio que se está construyendo apoyándose en la traza de la propia senda, en el entorno del kilómetro 2+800 de la PO-546.
En la obra se incluirá la mejora también de las paradas de transporte público, así como en la renovación de la iluminación del tramo y la construcción de dos pasarelas, una de más de 120 metros sobre el arroyo de Louriñas y otra de 45 metros sobre O Sartán.