Un vecino de la ciudad de Pontevedra figura entre las doce personas detenidas en los últimos días por la Policía Nacional en el marco de una operación de índole internacional contra una organización criminal que distribuía billetes falsos a través de redes sociales.
Las falsificaciones a objeto de esta investigación eran fabricadas en Italia bajo el control de la Camorra napolitana y las ponían a la venta a través de Internet, principalmente a través de las redes sociales. Luego, la red entregaba los pedidos de estos billetes falsificados – 20 y 50 euros principalmente – a través de empresas de paquetería.
La operación policial, bautizada Dominó, es conjunta entre la Policía Nacional y EUROPOL y también han participado el Cuerpo de Carabinieri de Italia, la policía alemana y la policía francesa.
En España, hubo doce detenciones en Alicante, Badajoz, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Ciudad Real, Córdoba, Logroño, Madrid, Oviedo, Pontevedra y Soria, todos ellos receptores de paquetes que contenían billetes falsos. Hasta Pontevedra se desplazaron agentes desde Madrid para realizar este arresto.
Además, se han producido detenciones en otros países europeos como Alemania (1) y Francia (3).
Las cantidades y los precios de esos billetes falsificados variaban dependiendo de la cantidad y el número de pedidos, rebajándose el precio del producto en cada una de ellas. El pago podía efectuarse de diferentes formas, habiéndose detectado numerosos cauces en otras investigaciones como son las transferencias por empresas de envío de dinero internacional, plataformas de pago electrónico o en monedas virtuales.
La investigación se inició cuando el cuerpo de los Carabinieri alertó sobre la venta de billetes falsos a través de internet, en concreto, a través de una plataforma de mensajería instantánea. Fruto de las primeras gestiones, se pudo comprobar cómo esta red estaba enviando desde Nápoles paquetes con billetes falsos a otros puntos de Italia y a Alemania, España y Francia. En los últimos meses, se detectaron 270 envíos, la mayoría con destino a Italia, pero también a Francia (43), España (12) y Alemania (2).
Una vez el receptor tenía en su poder la moneda falsa, éste la revendía en pequeñas cantidades, de manera directa o incluso introduciendo los billetes en el circuito financiero mediante la compra de productos de pequeño valor, lo que se conoce como "goteo", que le aportaría, además del producto comprado, el beneficio de la vuelta o cambio entre el coste y el valor facial del billete falso entregado.