La sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha celebrado este martes un juicio contra un hombre acusado de violar y abusar sexualmente durante una década de la hija de su pareja.
La Fiscalía solicita para él una condena de 17 años de cárcel por el delito continuado de agresión sexual a menor, 17 años de cárcel por el delito continuado de agresión sexual y 4 años de cárcel por un delito de lesiones.
Además, el Ministerio Fiscal pide para el acusado la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 100 metros, así como a su domicilio, centro de estudios, lugar de trabajo y otros lugares frecuentados por ella durante 9 años y de comunicarse con ella por cualquier medio durante el mismo tiempo, por los delitos de agresión sexual. Durante 4 años por el delio de lesiones.
Una vez cumplida la condena, deberá imponerse, según solicita la Fiscalía, 8 años de libertad vigilada por los delitos de agresión sexual y 4 por el de lesiones.
Por último, el Ministerio Público pide que el acusado indemnice a la víctima con 9.900 euros por las lesiones psíquicas causadas y en la cantidad de 75.000 euros por las secuelas padecidas a consecuencia de los hechos delictivos.
Durante la vista oral el procesado no ha reconocido los hechos por los que está acusado negándose a contestar a las preguntas de la fiscal y de la acusación particular, el abogado de la defensa tampoco hizo preguntas.
Sin embargo, la víctima relató con detalle los hechos delictivos que tuvieron lugar "casi a diario" sin su consentimiento en el domicilio en el que convivían, en un parroquia del rural de Pontevedra, durante 10 años, entre 2009 y 2019.
Esta joven se decidió a denunciar los hechos cuando su prima le desveló que estaba siendo acosada por el acusado, ese mismo día le contó a su madre que el hombre que era su pareja "abusó sexualmente de mi durante años", entonces acudió a la Comisaría para presentar la denuncia contra su padrastro.
Ante el tribunal, la joven ha explicado que cuando tenía 8 años se fue con su madre a vivir a casa del acusado y que pronto empezaron los abusos al acudir su padrastro "prácticamente todas las noches" a su habitación para hacerle tocamientos mientras él se masturbaba. "Yo no sabía cómo reaccionar y me hacía la dormida mientras todo pasaba", aseguró.
Gradualmente estas acciones fueron a más llegando a obligar a la niña a que le hiciera felaciones algo que "sucedió en repetidas ocasiones". Para que no revelase lo sucedido el acusado la intimidaba y también le decía que si se lo contaba a alguien la echaría de su casa a ella y a su madre, con quien llegó a tener varios hijos.
Según el relato de la víctima las agresiones de su padre también se repitieron los fines de semana cuando iban a la casa de sus abuelos. Cuando tenía 16 años la violó, "yo solo sentía dolor", dijo la joven con la voz entrecortada.
La joven ha intentado suicidarse en varias ocasiones y está recibiendo tratamiento psiquiátrico y psicológico por estos hechos.