Un estudio realizado en la Escuela de Ingeniería Forestal señala que de los cerca de 30.000 incendios registrados en los montes gallegos entre 2011 y 2021, un total de 66, el 0,2% del total, fueron responsables de cerca de la mitad de las hectáreas quemadas en esa década.
Se trata de los llamados "incendios forestales extremos", fuegos que cada vez tienen una mayor incidencia, a causa de los efectos del cambio climático.
Identificar zonas clave en la prevención y merma de los efectos de estos grandes fuegos en las zonas fronterizas entre España y Portugal es el principal objetivo del proyecto Firepoctep +, que lidera la Escuela de Ingeniería Forestal y en el que participan 17 instituciones y entidades de los dos países.
Cofinanciado por la Unión Europea, uno de los ejes de este proyecto será la localización, a lo largo de la raya, de zonas estratégicas de gestión, puntos que resultan clave en el comportamiento de estos grandes incendios y en los que una actuación preventiva permitiría reducir su intensidad.
Con un presupuesto de 3,3 millones euros, el proyecto tiene como investigador principal al profesor de la EE Forestal Juan Picos y da continuidad a Firepoctep, que tenía como el objetivo el diseño de una estrategia común de actuaciones preventivas frente a los grandes incendios a ambos lados de la frontera de los dos países europeos más afectados por los fuegos forestales.
Una de las líneas centrales de este trabajo previo fue el desarrollo metodológico para la identificación de esas zonas estratégicas de gestión, que en este nuevo proyecto tratarán de localizar en las diferentes áreas piloto establecidas a lo largo de la frontera.
Picos explicó en el Diario de la Universidade de Vigo qué "vaise utilizar esa metodoloxía para definir cales serían as zonas estratéxicas e que habería que facer nelas". De hecho, en el proyecto previo, investigadores de la EE Forestal desarrollaron una metodología basada en la generación de modelos de combustibles y de cartografías con datos obtenidos por satélites y tecnología LIDAR que pusieron en práctica en el Baixo Miño. Esto les permitió identificar una series de zonas, que representan entre el 0,5% y el 0,7% del territorio forestal de esta comarca, en las que las actuaciones sobre la vegetación permitirían detener o disminuir la intensidad de los fuegos.
UNA RED DE "CORTAFUEGOS PRODUCTIVOS"
Como señala el investigador principal de un proyecto que se extenderá hasta 2026, Firepoctep+ buscará no solo identificar esos puntos clave en la lucha contra los grandes fuegos, sino también definir que acciones pueden llevarse a cabo con la implicación de los agentes locales. En ese sentido, otro de los objetivos es contribuir a la movilización "de recursos endóxenos con valor preventivo, consolidando unha rede de cortalumes produtivos". Como recuerda Picos, este concepto hace referencia "a unha área na que a vexetación cambia", lo que no implica necesariamente rozar fajas del terreno, sino que pueden promoverse otro tipo de actividades, desde la presencia de ganado a diferentes tipos de cultivos."A idea é darlle un valor produtivo aos cortalumes", señala.
FORMACIÓN DE LOS OPERATIVOS Y DE LA CIUDADANÍA
Poner el foco en estas zonas clave implicaría también un "cambio de estratexia" en la labor de los operativos de extinción, como reconoce Picos, ya que se pasaría de tratar de aplicar la mayor fuerza posible al combate del fuego en su inicio a analizar "cal é o potencial do incendio e como vai progresar", puesto que, en el caso de los grandes fuegos, "onde imos ter oportunidades de atallalo é nesas zonas estratéxicas de xestión".
Esto lleva a su vez a que otro de los bloques de trabajo del proyecto sea contribuir a la formación de los operativos. Del mismo modo, entre las líneas de trabajo está también la formación y sensibilización de la "poboación rural e outros sectores de interese", ámbito en el que el proyecto contará con la participación de la investigadora de la María Isabel Doval, vicerrectora de Bienestar, Equidad y Diversidad de la Universidade de Vigo.
17 SOCIOS DE AMBOS LADOS DE La FRONTERA
"O proxecto proposto enfoca unha problemática complexa como os incendios forestais dende unha perspectiva territorial, social e operativa", destacan los impulsores de Firepoctep+, que además de la UVigo cuenta también con la participación en Galicia de la Dirección General de Defensa del Monte de la Xunta, Feuga y Energylab.
Asimismo, también forman parte de este proyecto las universidades de Extremadura, Huelva, Córdoba y Évora; la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía; la Diputación Provincial de Ávila; las comunidades intermunicipales de la Región de Coímbra, Alto Minho y Algarve; la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Algarve, la Autoridad Nacional de Emergencias y Protección Civil de Portugal; la Junta de Andalucía y la Fundación Finnova. En ese sentido, la participación de las diferentes administraciones contribuirá también a otro de los objetivos del proyecto, la generación de propuestas para “superar conjuntamente las diferencias legislativas y estratégicas de gestión de los incendios forestales” a ambos lados de la frontera. "A idea é analizar cales son os fluxos de información e propoñer melloras", señala Picos.
PRIMERA REUNIÓN EN BRUSELAS
Firepoctep+ celebra la primera reunión técnica de sus grupos de trabajo y del comité de dirección entre el 22 y el 24 de enero en Bruselas, en unas jornadas que permitirán poner en relación estos trabajos con el proyecto europeo Setoff, centrado también en los fuegos forestales. Más allá de una serie de reuniones de trabajo y de la visita a la sede de la OTAN en Bruselas, este encuentro servirá también para el lanzamiento del reto Waste Forest, promovido junto con la asociación europea PropTech y dirigido a promover la reutilización de residuos forestales como materiales para la construcción de edificios.