Mary Segade
Eu son de aldea
Llevamos más o menos dos meses temporal tras temporal; se nos ha hecho costumbre levantarnos y ver el día gris, nublado, lloviendo ¡¡¡y con un frío!!!, pero aun así a mi gusta asomarme a la ventana y respirar el aire que entra.
Obviamente prefiero los días de primavera o verano, cuando levantas la persiana y ves el cielo azul sin apenas nubes, el olor a hierba verde, a naturaleza fresca al fin y al cabo.
Llevo 28 años viviendo en la aldea, muy cerca del centro de la ciudad sí, pero estas vistas y esta tranquilidad aparente no la cambiaría por nada; o quizás si por una casita en la costa, ¡¡¡dónde pueda ver el mar todas las mañanas!!! Pero me conformo con lo que tengo, y además el mar no lo tengo tan lejos.
Me gusta vivir aquí, es un sitio tranquilo como decía, con poco alboroto, salvo por el que a veces forman los continuos aullidos de los perros (incluidos los míos).
Dicen que las primeras impresiones son las que más cuentan; y ya he pasado por la experiencia de que cuando me conocen, no se imaginan que viva en la aldea será porque hablo castellano, y la mayoría de la gente que vive en la aldea usa el gallego, no lo sé exactamente.
El caso es que yo me he acostumbrado a hablar castellano desde niña, en casa se habla gallego pero a mi hermano y a mí siempre nos han hablado en castellano; y estoy segura que a muchos de vosotros también os ha pasado lo mismo.
Y adoro el gallego, sentirme gallega y Galicia ¡por supuesto!
Me gusta el acento que nos caracteriza, nos hace diferentes, y a ver ¡¡¡dónde tienen tantas costumbres como nosotros!!!
En resumen, que se hable como se hable, se vista de una forma o se sea de otra no significa que dejes de lado tus raíces o de donde vengas, que no haya algo que te cateterice y te haga diferente.
Soy de aldea, quizás no sea la mejor en todo, pero tampoco la peor. Estoy segura que con más recursos y mejores infraestructuras todos estaríamos más contentos pero ¡¡¡la crisis!!! ¿Qué os voy a contar que no se sepa?
No renuncies nunca a lo que eres ni de dónde eres.
"La esencia de la felicidad consiste en que aceptes ser el que eres" (Erasmo de Rotterdam)