Ramiro Espiño
Reseteando en granate ¡Vamos, carajo!
He dejado pasar 4 días porque no me apetecía escribir en caliente. La decepción compartida por miles de aficionados de no haber logrado el anhelado ascenso, todavía dura, pese a que es algo a lo que, por desgracia, los granates de corazón estamos más que acostumbrados, no olvidemos que, desde la lejana temporada 1981/82 (ya ha llovido), el Pontevedra afrontó nada menos que 15 promociones de ascenso (ahora ya 16) en distintos formatos, y solo en 3 ocasiones la suerte nos ha sonreído.
Así pues, a las tardes míticas frente a Eibar, Lorca o Haro, se oponen en abrumadora mayoría, y cito por orden cronológico, las de lágrimas granates frente al mismo Eibar, Hospitalet, Numancia, Almería, Ciudad de Murcia, Sevilla Atlético, Córdoba, Ceuta, Alcorcón, Espanyol B, Puertollano, Murcia y Betis Deportivo.
Estamos pues curtidos en disgustos, y pese a ello, una vez superado el último, ya pensamos en volver a intentarlo. Más de 10.000 personas en una ciudad de poco más de 80.000 y con todas las estadísticas en contra, es una verdadera locura. Y pese a ello, allí estuvieron. Y allí volverán a estar cuando se presente la oportunidad.
Pero para llegar a esa oportunidad antes hay que ganarse el derecho durante toda una temporada, levantando la cabeza y haciendo honor al eslogan de “Pontevedra nunca se rinde” que desde las gradas del antes “vetusto” suena en cada día de partido.
Eso y apoyar, APOYAR con mayúsculas, no ser un “pseudo granate” que solo se acuerda del Pontevedra para criticarlo cuando no se cumplen objetivos, pero que ha olvidado el camino que conduce a Pasarón desde hace muchos años (si alguna vez lo utilizó) y no duda en animar primero (que está en su derecho) al Celta, al Madrid, al Barcelona o incluso al Deportivo.
Porque en estos 4 días estoy hasta los “oeufs” de ciudadanos que me cruzo por la calle y lo único que se les ocurre es criticar, meter el dedo en la llaga, y dejar bien claro lo “malo, malísimo” que es el Pontevedra, mientras celebra la permanencia del Celta, la 15 del Madrid o el ascenso del Deportivo.
Uno de esos casos se me ha dado hoy mismo, esta mañana, y como ya me tienen hartito decidí no callarme, cansado de aguantar sus ácidos comentarios (siempre “negatifos”, que diría Van Gaal), y ponerlo en su sitio para que, ya que dudo aprenda ni cambie dada su edad, al menos deje “de joder con la pelota”, como decía el gran Joan Manuel Serrat.
Así que me sale de mi alma granate compartir con vosotros lo vivido con este personaje, que no es el primero, ni la primera vez, ni será (desgraciadamente) el último, ni la última vez. Llego a tomar un café mañanero. El ínclito se viene a por mí y lo primero que me dice es “qué, el Celta se salvó…y el Madrid ganó la champions…y el Coruña ascendió…pero el Pontevedra…vaya m…Lo estuve viendo y dieron pena”.
Le miro, de arriba abajo, con cara de asco que no me dio la gana de disimular y le pregunto: “¿Tú que te dedicas, a tocar los coj…?¿tus alegrías son las de equipos de otros pueblos antes que las del tuyo? Así nos va…Por cierto ¿cuántas veces has ido a Pasarón en los últimos 10 años?” Me responde, “la verdad es que pocas”…
No puedo evitarlo, le miro con desgana y le digo, “claro, con tu valiosa aportación, no me extraña que despotriques contra el Pontevedra, que tiene jugadores que se pagan con padrenuestros, no como el Celta, Madrid o Deportivo, que te dan alegrías. Por cierto ¿sabes cuántos aficionados tiene el Deportivo en cada partido? Pues entre 28.000 y 30.000. Y sabes que en A Coruña antes son del Depor que del Madrid o del Barcelona? A lo mejor, si te miras al espejo igual encuentras la razón de que, según tú, el Pontevedra sea una m… de equipo”.
Se quedó pálido, pero al menos me sirvió para desahogarme y terminar el café tranquilo y sin que volviese a darme la tabarra. Me faltó completar la estrofa de Serrat diciéndole “Niño, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca”, me refiero al Pontevedra, porque para él no, pero para muchos granates (o todos), después del cabreo, toca resetear.
Lo haremos como lo hacemos cada vez que, con frecuencia, pintan bastos para nosotros y volveremos a Pasarón con las mismas ganas e ilusión de cada vez, de cada año, de después de cada hostia deportiva que recibimos, porque ser GRANATE es un sentimiento que hay que llevar dentro, más allá de quién esté en cada momento, algo que el “parroquiano” al que me refiero no podrá vivir ni sentir jamás.
Así que, mi anónimo “conocido”, sigue disfrutando de tu Celta, de tu Real Madrid, o de quien te dé la gana. A mí y a muchos pontevedreses o asimilados nadie nos quitará la ilusión, las ganas y la fuerza para seguir teniendo el corazón teñido de un solo color, el granate.
Solo 4 días, pero ya deseo que desde el club lleguen novedades…nos ilusionen…nos hagan pensar que “este año sí” lo vamos a conseguir.
Por los 10.000 de Pasarón, me atrevo a pedir a la Presidenta que no desaproveche la cresta de la ola de los nuevos granates, muchos de los cuales se engancharon en estos últimos partidos, pese a la decepción final. Que no deje pasar mucho tiempo sin que tengamos noticias de que el Pontevedra sigue vivo y que necesitamos a todos para que dentro de un año mi “amigo tocapelotas” igual hasta llegue a celebrar un éxito granate, que será de toda la ciudad y de toda la inmensa afición que tenemos, envidia de muchos.
¿Toca resetear? Pues lo haremos, si no lo hemos hecho ya...Ahora y siempre, como dirían en Argentina ¡Vamos, Pontevedra, carajo!