El mito de Saturno

26 de noviembre 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

Ese derrotero está derivando en situaciones que no queremos, y que no podríamos soñar ni en nuestras peores pesadillas. El frentismo, la radicalización y violencia de la extrema derecha no creo que sea compatible con que el PP defienda su idea de España. Además, me atrevo a decir, ustedes perdonen, que si el Sr. Núñez quiere que su partido llegue a gobernar, su actitud tibia mirando para otro lado, frente a los actos violentos y llenos de odio...

Dedicado a mis hijas y a mis cuatro nietos y a todos los jóvenes que sueñan, estudian y trabajan buscado la harmonía entre los diferentes, con "sentidiño".

 

 

Estoy muy atenta, desde que se celebraron las Elecciones Generales, a todo lo que está sucediendo, como ciudadana "madrileira" (dice mi hija Marga por ser madrileña de nación y gallega de cabeza y corazón). La verdad es que nunca voté a ningún partido de la derecha; tampoco a nacionalistas. Como gallega me preocupaba la imagen que el Sr. Núñez podía transmitir al resto de España al convertirse en un líder nacional. Salió de Galicia, su zona de confort, con una imagen de político moderado, buen gestor, dialogante y con unas mayorías a sus espaldas dadas por gran parte de los gallegos.

 

La verdad es que en realidad hubiera deseado no haber visto la transformación de este político salido de su tierra y que, parecía, iba a poner a su partido en la senda de la política con sentido de Estado. Pero no, poco a poco, se fue dejando llevar como Ulises por los cantos de sirena y desdibujando ese perfil que muchos esperaban: suspendió un acuerdo para renovar un Consejo Superior del Poder Judicial caducado y cumplir así con la Constitución; asistia como senador sólo cuando, como campaña previa a las elecciones, se enfrentaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; su discurso se apartaba poco a poco de la moderación esperada, e iba subiendo de tono, faltando al respeto y a la verdad.

Parece que se convirtió en otra persona al pasar el Padornelo y La Canda… O bien, como algunos creen, mostró su verdadera cara. No lo sé, dejémoslo en un interrogante que ustedes, queridos lectores, pueden ir despejando a lo largo del tiempo.

Celebradas las Elecciones Generales, su actitud y sus formas fueron empeorando día a día. No podría decir si le acompañaba un coro que cantaba con él o más bien seguía el paso de la banda del grupo de música compuesta por políticos activos en otro tiempo, José María Aznar y Esperanza Aguirre, y por algunos activos y con representación institucional, como Díaz Ayuso, Tellado y otros. Los mensajes que pronunciaban y difundían a los cuatro vientos estaban llenos de odio, de resentimientos que crispan y no favorecen la convivencia necesaria para sacar adelante este país.

Leí y escuché, como muchos de ustedes, como el Sr. Núñez apelaba a la militancia del Partido Socialista que no cobrasen una nómina de su partido, para que se opusiesen a una consulta que se hizo a la militancia sobre los pactos ¿A qué nómina se refería? Me pareció una falta de respeto a los militantes de ese partido, pero también a los de los demás, incluido el suyo ¿O quizás se refería a los políticos de ese partido que, por ejercer a través de la política un servicio a la ciudadanía, reciben un sueldo que se paga con los impuestos de todos? Él también lo lleva recibiendo desde hace muchos años. Pero quizás debería recordar que, siendo senador, se negó a declarar el sobresueldo que recibía de su partido, no se sabe muy bien en concepto de qué. No me lo podía creer.

Ese derrotero está derivando en situaciones que no queremos, y que no podríamos soñar ni en nuestras peores pesadillas. El frentismo, la radicalización y violencia de la extrema derecha no creo que sea compatible con que el PP defienda su idea de España. Además, me atrevo a decir, ustedes perdonen, que si el Sr. Núñez quiere que su partido llegue a gobernar, su actitud tibia mirando para otro lado, frente a los actos violentos y llenos de odio producidos ante la sede del PSOE en Ferraz, no creo que le sea rentable ni a corto ni a largo plazo.

Viendo este panorama me vinieron a la memoria dos cuadros con el mismo tema: ‘Saturno devorando a sus hijos’, uno de Rubens y otro de Goya. Este último me parece la obra más negra de este genio de la pintura, que utiliza el mito para representar el temor de Saturno, padre de Júpiter, a que sus hijos le destronasen en un futuro, tal y como había hecho él con su padre, Urano. Esta imagen terrible, oscura y violentisima me hizo pensar en lo que puede pasar a ciertos líderes que, preocupados por llegar al poder, alimentan la violencia de integrantes de otro partido, que salieron de su seno y que pueden acabar matando al padre. También podrían ser que algunos de sus acompañantes, hartos, lo eliminen a él, como ya hicieron con otros líderes.

Sería deseable una reflexión, porque este país necesita una derecha con sentido de Estado, no una derecha, con todos mis respetos, que se tiré al monte en brazos de unos energúmenos (según la RAE, "persona colérica, que al enojarse se expresa con violencia"). Creo que España se merece otras actitudes. La historia nos muestra que, cuando nos entendemos, desde las diferencias, somos más fuertes, más felices, en definitiva, más civilizados. La política es diálogo, entendimiento, colaboración, cesión para llegar a acuerdos. Fuera la fuerza de los puños y el ‘a ver quién grita más’ o ‘quién lleva la bandera de España más extravagante y más anticonstitucional’. Esto nunca funcionó y siempre salieron perdiendo los ciudadanos, algunos más que otros. No se trata de vencer, se trata de construir y convencer.