Alfonso González
La cueva de Alí Babá
Ya dijo Antonio Machado que España es un país de charanga y pandereta; y por si había dudas, la crisis económica le ha dado toda la razón.
Cada día se confirma que aquí roba todo el mundo, desde políticos a banqueros pasando por Ongs, empresarios, hasta el más humilde de los ciudadanos de a pie. Bien es cierto que cada cual con métodos diferentes.
Los de arriba, a pesar de sus privilegios, roban con elegancia, algunos incluso con finura; lo hacen además de forma completamente legal, amparándose en leyes que ellos mismos aprueban para que no puedan ser considerados simples chorizos. De hecho muchas veces son reconocidos incluso socialmente con cargos, premios y distinciones.
Pero los de abajo, también roban en este país; casi como un estilo de vida transmitido de generación en generación y que explica el enorme peso que tiene por estas tierras la economía sumergida. Quién no pagó o cobró nunca en negro; cuántas empresas no tienen caja B; cuántos obreros no se llevaron material de sus empresas; y cuántos empresarios no se han aprovechado de sus empleados.
En España todo se mueve entorno a la máxima de "tonto el último"; y se resume con la gran pregunta ¿con Iva o sin Iva?. Una pregunta retórica porque la respuesta casi siempre es la misma: por supuesto sin IVA. Y ahora más, desde que el Gobierno ha decidido penalizar el consumo con el 21%, para exprimir aun más a los ciudadanos con un impuesto injusto, abusivo y que ha ido creciendo para pagar los excesos de los políticos y de las administraciones.
Eso sí los curritos roban sin estilo, manchándose las manos y algunos de forma tan burda que hasta terminan en prisión a veces por migajas. Estos pobres ladrones son los chivos expiatorios contra los que cae todo el peso de una Justicia totalmente injusta, con leyes moldeadas a favor de los poderosos.
¡Es increíble que aun quede país en pie teniendo en cuenta el enorme porcentaje de chorizos que tenemos por habitantes honrados!; esos pocos tontos que piden pagar con IVA y que abonan religiosamente los abusivos impuestos.
Quizás sería necesario un estudio internacional para conocer si los españoles llevamos en los genes algún tipo de mutación que nos conduzca hacia la picaresca. Seguro que encontrarían algún cromosoma típicamente Spanish que bien podrían bautizar como Lazarillo en honor de aquel pequeño pícaro de Tormes que pasó a la historia por hacer de las suyas, bien es cierto que por necesidad, para sobrevivir.
Desde entonces este es el país del ¡sálvese quien pueda!.
Quizás por eso, no existe la conciencia de que todos formamos parte del mismo barco y que si alguien roba, nos está robando a todos; y que los listillos, nos están perjudicando a todos. Falta esa conciencia social que tanto alabamos en países como Suecia, Noruega, Suiza, e incluso Alemania; países que todos ponemos como ejemplo de lo que deberíamos ser pero que nadie copia.
Y mientras tanto nuestros ricos y sosos vecinos del norte nos siguen considerando anárquicos, folklóricos, individualistas, vividores, y poco preparados social y políticamente, en sintonía con griegos, portugueses e italianos. Por eso nos ven como gentes de poco fiar. Para ellos, España es como la cueva de Alí Babá, pero con más de 40 ladrones.
El problema es que de ellos depende el futuro inmediato de un país que sigue caminando hacia el abismo, sin líderes que sepan pilotar el barco.
17.11.2012