¡Tiempo lluvioso y con viento! Nos recuerdan aquellos inviernos de nuestra infancia. Los arcos de esta plaza nos servían de refugio.
¡Escampaba! A jugar a la pelota y otros entretenimientos.
En los años 50, en este pazo de del Conde San Román, había un taller artesano; los dueños era Doña Pepa y su marido. En él trabajaba una persona entrañable, carismática; la conocíamos como “Pepe el Baldero”.
Nació en el 1920, en Couso – San Andrés de Xeve, José Rey Fariña, posiblemente emparentado con mi abuelo Valentín Lorenzo Rey. A los trece años inició su aprendizaje como artesano en este taller.
Poco a poco, dominó el oficio y los dueños nunca quisieron desprenderse de él; enviudada Doña Paca, le propuso ser el jefe del taller, siendo respetado y querido por dos de sus compañeros de faena.
Confeccionaban baldes, barriletes y otros menesteres, siguiendo la normativa tradicional de este oficio. Todavía no había agua de la traída y el negocio era idóneo; el tiempo va cambiando los usos y costumbres; el negocio solo era rentable con un operario. Pepe quedó solo y siguió con su canon profesional.
Desde 1949 a 1952 vivimos en Cabanas (Salcedo). Una gran casa, dividida en dos; la parte derecha la ocupaba Pepe y su familia, la izquierda nosotros. Era muy cariñoso con los niños. Yo, era un poco traste. Mi amigo Pepe tomó un caldero pequeño y lo amoldó a un balón; lo cubrió con trapos y otros materiales; bien amarrado con cuerdas, me lo regaló. ¡Ya no daba la vara! Pasaba el tiempo pateando el esférico por el Campo de Fútbol de Cabanas.
Me pongo en contacto con su hija, María Dolores Rey Guntín; nos comenta hechos curiosos y laboriosos acerca de su padre José Rey Fariña:
- “Pronto nos trasladamos a San Blas; mi padre era muy ahorrador y compró una casita con jardín y dos plantas. Ya el negocio en la Plaza del Teucro iba menguando. Llegaba a casa y, en el bajo, elaboraba su obra creativa: jarritas, lámparas, cuncas, muchos enseres; todos en madera y a mano.
Ya tenía su prestigio. Quico Medina, en su documental sobre la artesanía gallega, entrevista a mi padre, asombrado por su arte. En el año 1967 Franco visita Pontevedra. Antonio Puig Gaite habla con mi padre para exponer en la Diputación muestras de su arte. Accede. Juan Acacio Morales, hoy mi esposo, y Suso Brea, trasladaron varias obras en carretillas. Fue un éxito para mi padre, felicitado por el Caudillo. Salió en el nodo.
Siempre tuvo visitas de Pio Cabanillas, que se conocieron de jóvenes; venía acompañado de Sancho Roj; les encantaban el arte de mi padre; conversaban cosas de su juventud, en la Plaza del Teucro.
En los años 70 viene a su encuentro Manuel Domínguez Limeres, de Portonovo. Le presenta un proyecto para decorar el Restaurante Combarro que iba abrir en Madrid, en la calle Reina Mercedes. Acepta y se puso a la obra: confeccionó lámparas de madera, sillas de gran atractivo, jarritas, toneletes, balconadas y no sé qué cosas más. Fue un éxito para Manuel y mi padre.
Esta fotografía la guardaba mi padre, como recuerdo. Abrió este restaurante en 1973.
El Corte Inglés le compraba sus piezas típicas. Él siempre trabajando y los stock pronto eran adquiridos rápidamente. Por varias veces, El Corte Inglés le propuso a mi padre: “Ellos le facilitaba un taller, con moderna maquinaria y obreros”. Mi padre, con su sencillez, rechaza esta oferta, diciendo “Solo elaboro con mis manos de artesano”.
Me consta Lola. Tuve la fortuna, ya chico, que fuese uno de mis mejores amigos. Visitaba la plaza de Teucro y me llamaba; me regalaba una perra chica y me iba raudo a jugar al futbolín. Él era muy aficionado a este entretenimiento.
- Sí, en esta casa puso un futbolín y jugábamos la familia y sus amigos. Era muy niñero. Su trabajo, méritos, fue recompensado con el Premios ciudad de Pontevedra.
En esta imagen, observamos una muestra de su arte y el trofeo que le otorgaron Premio Ciudad de Pontevedra. Fue y es un orgullo de haber tenido un padre muy familiar y cariñoso. Guardo estas fotos; reflejan cómo era mi padre: familiar, cariñoso y un buen padre.
Me congratulo con tus recuerdos. Gracias por tu amabilidad.
Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografía plaza Teucro: © Sofía Lorenzo Gómez.
Fotografías: © Familia de José Rey Fariña.