Pepy G. Clavijo
Capilla de San Roque
Esta capilla que hoy se encuentra en las inmediaciones de la Plaza de Toros, es la que presidía los llamados jardines de San Roque, fue la primera iglesia de los dominicos y la que desde hace mucho tiempo da nombre a todo el Barrio de A Moureira de Abaixo, barrio que sigue siendo fiel a sus tradiciones y cuyo espíritu marinero prevalece.
En tomo a esta capilla nacieron marinos tan ilustres como los hermanos García de Nodal o los tres almirantes Matos.
Hermenegildo Amoedo (Padre Amoedo) en su poema en latín, traducido al gallego por Juan Manuel Pintos, recuerda A Moureira pontevedresa, desde su destierro en Italia, comenzando por la capilla de San Roque con los versos que dicen:
Santo San Roque noutro campo posto
algo arredado dos que deito deix
¡Santo divino, como enfeitizas
atraes as gentes a tornar alentó!
La capilla de San Roque estuvo situada al Iado de la fuente de A Moureira y en donde estuvo la fábrica de Pazó, más tarde fue derribada de su antiguo lugar de emplazamiento, cuando en enero de 1901 el Ayuntamiento decidió urbanizar la zona comprendida entre la Plaza de Toros y el paso a nivel de la línea férrea, para hacer desaparecer una cantera allí existente, fue edificada en la zona actual dándole mayor amplitud, era de una sola nave y pasó a ser en forma de crucero.
Es una capilla de estilo neoclásico con aditamentos románicos, posee pequeñas columnas unidas en grupos de cuatro colocadas formando ventanales y unos canecillos que, al parecer, no son todos originales, pues algunos están realizados imitando los antiguos.
Parte de los restos románicos pertenecen a la iglesia del monasterio de "Castelans" en el Ayuntamiento de Covelo, iglesia cuyas piedras, al ser demolida, fueron repartidas por diferentes municipios de Pontevedra.
El interior de la iglesia está presidido por el altar mayor de madera policromada, en la parte superior hay un medallón que dice "AVE MARÍA PURÍSIMA". En una hornacina en el centro se encuentra la imagen de San Roque y a ambos lados están, a la derecha el Sagrado Corazón de Jesús y la Reina de la Paz con una paloma en su mano derecha, y a la izquierda la Virgen del Rosario y San Pedro.
En los brazos de la cruz que forman la nave central y los altares laterales podemos ver a la derecha a San Telmo, santo confesor de San Fernando, que lo llevó como capellán a Córdoba, era un fraile dominico que llegó a ser prior del convento de Guimaraes (Portugal). Murió en Tui y en el lugar que fue su celda se levanta una capilla donde su "corpo santo" es venerado, sobre todo por los hombres del mar, a los que ayudaba cuando aún vivía.
A la izquierda está la Dolorosa, la Virgen del Carmen y la bella talla de San Sebastián que podemos ver recorriendo nuestras calles en la procesión del Corpus.
A los pies de San Sebastián hay una imagen de tamaño pequeño que representa a la Virgen con su hijo en los brazos, con una inscripción que dice: "dolor sicut dolor ncus ".
Toda la capilla tiene los techos de color blanco al estilo de algunas iglesias o capillas del vecino Portugal.
Rodeando la iglesia y a modo de atrio hay un sencillo muro de piedra.
La capilla de San Roque por su privilegiada situación es como una tarjeta de bienvenida que recibe el visitante que llega de Marín, de la zona del Morrazo o de fuera de Galicia.
Antes de decir adiós a esta entrañable capilla pontevedresa, hay que recordar su fiesta el 16 de agosto, día de la muerte de San Roque en 1327, ese día se celebra la procesión que se llamaba "de los niños" y la quema de las "madamitas" al finalizar ésta. La primera congregación de San Roque (1919), que costeó el ANPA, donde sale el santo en su procesión, estaba constituida por los señores: V. Rivas ("Sirín"), Tomás R. Soto (presidente), José Dapena, S. Guerra, José María Castro, M. Vázquez, C. Hermida, Luis García ("O Piloto") y Eloy García ("Bugía"). Y decir también que hasta Castelao tuvo en cuenta a San Roquiño en sus estampas y dibujos.