Pepy G. Clavijo
Colegio – Academia "Minerva"
Se acerca el final de agosto y con él lo que debía ser nuestra "Xuntanza Minervista", xuntanza que ya lleva varios años sin celebrarse, por culpa de la pandemia que encerró a todo aquel alumnado en casa, aunque con muchos (muchísimos) años más, con nietos y bisnietos (es mi caso).
La pena es que ya no están con nosotros los amigos que nos han dejado para siempre, pero que estarán en nuestro recuerdo eternamente, así como los profesores.
La primera xuntanza fue en el año 1975 llevada a cabo por David Campos en representación de la comisión organizadora, también nos acompañó en ella y en representación de los profesores Don Augusto García Sánchez, al faltar David se hizo cargo del evento Rafael Vilageliu, para en años posteriores Gonzalo Soliño seguir adelante, todo iba estupendamente pero llegó el "virus" y nos fastidió.
Si este año se celebrara, serían ya casi 50 años (bodas de plata) ¡ojalá fuera posible!.
La reunión comenzaba con una misa celebrada por uno de los alumnos, el párroco de Placeres Jesús Acuña, después venía la foto para el recuerdo y la comida que unas veces era en Lourido, otras en Combarro para terminar en las Corbaceiras en "Casa Digna", año tras año.
El colegio se fundó después de la Guerra Civil por un grupo de profesionales de la Enseñanza que por diversas causas habían sido apartados de sus puestos de trabajo, personas con una gran cultura que supieron transmitir al alumnado su bien hacer. Cuando yo ingresé en él (año 50) había un edificio en la calle de la Oliva que era para los chicos y otro para nosotras en la calle de Sagasta, eran "las tonterías de aquellos tiempos" en los que no podíamos tener las clases mixtas, cosa que a mi me sorprendió porque allá en Marruecos estábamos juntos y además de distintas religiones y nunca pasó nada desagradable.
Estuve poco tiempo en Minerva pues pronto pasé a la Normal para hacer Magisterio, de este colegio tengo un gran recuerdo de los profesores, sobre todo de D. Gonzalo Pardellas que hizo que me gustaran las Matemáticas. También de D. Carlos Villar, algo de lo que él me enseñó hace que mi gusto por escribir, sea como es.
El espíritu minervista perdura en todos los que pasamos por sus aulas, destacando entre todos los estamentos: médicos, abogados, profesionales de la Enseñanza, políticos, industriales y un largo etc. que ejercen sus profesiones no sólo en Galicia, también fuera de ella.
Quiero recordar a su director D. Paco Tilve, a D. José Juliol que nos daba inglés y me llamaba su secretaria, y a todos los demás, menos al de Religión que me hizo comprar el libro (25 pts.) porque tenía su parte en la Imprenta Paredes, que era el único sitio donde se vendían los libros de texto.
Y por último debo recordar a los que, poco a poco, nos han ido dejando, y han sido muchos por desgracia.
Feliz agosto para todos.