Tribuna Viva
Carta aberta de Mauricio Rodríguez, expresidente do Pontevedra: "Que nadie calle mi voz"
En la temporada 2010-2011 se produjo en el Pontevedra CF una situación límite, pues los impagos acumulados incluso dieron lugar a una huelga de futbolistas. Y ante las nulas posibilidades de encontrar una salida, una espada estaba apuntando a la Directiva, y por lo tanto al club, con unas muy reales posibilidades de desaparición.
Pero ante esta situación tan extrema, una persona con pasión por el club y por la ciudad reunió a los tres grupos políticos mayoritarios para proponerles una vía de salvación. Aún a pesar que opciones de distinto signo gobernaban Concello y Diputación, este reto fue aceptado, siendo yo designado para conducir este desesperado intento de evitar la desaparición de este histórico club. Algo que yo no busqué, ni en principio acepté puesto que veía venir el marrón que me iba a caer encima, pero que al final no me quedó otra que asumir.
Y ahí comenzó mi odisea como presidente del Pontevedra CF, que venía para intentar salvar esta complicada situación, el primero de cuyos episodios fue el constatar la nula colaboración del máximo accionista. Mucho fue el trabajo que tuve que realizar al frente de un valioso equipo de profesionales, pero dio sus frutos pues en dos temporadas se consiguió pasar de una deuda acumulada de más de 5 millones de euros a otra de aproximadamente 700.000, a través de un proceso concursal que duró exactamente un año y que al final fue declarado fortuito.
En todo este tiempo las zancadillas puestas por el máximo accionista fueron constantes, y aunque éste había firmado un acuerdo conmigo, que entre otros compromisos recogía el cederle al club el 25% de las acciones, nunca lo cumplió.
Por otro lado la existencia de peñas radicales es por desgracia un mal que deben soportar prácticamente todos los clubs, y el Pontevedra CF es uno de ellos. Unos radicales que con el anterior presidente tenían un comportamiento podríamos considerar que aceptable, ya que éste les cumplía ciertos caprichos. Pero como yo corté de raíz ese trato de favor, de inmediato se pusieron en mi contra. Algo que fue utilizado por el máximo accionista, comenzando a establecerse entre ambos una alianza.
La presión ejercida contra mi fue constante y desmesurada, hasta tal punto que pasaron a adjudicarse la representación de toda la afición granate y a exigir, aparte de mi dimisón por supuesto, el tomar parte en el funcionamiento y decisiones del club. Hasta que a finales de junio y cumpliendo la palabra dada dejé la Presidencia, para pasar a ser únicamente un miembro más del Consejo.
Durante todo el tiempo en el que yo fui presidente, el máximo accionista designó para ocupar un puesto en el Consejo de Administración a una persona del mundo del deporte y muy querido en la ciudad. Pero en fechas recientes lo substituyó por el líder de los radicales, quien por fin lograba el objetivo que venía persiguiendo. Ante ello mi dignidad me impide desde entonces acudir a sentarme en la misma mesa que quien me denigró, y aún sigue haciéndolo de manera tan contumaz; pero ello no implica que haya dejado de cumplir con mis obligaciones de consejero.
Quiero también hacer referencia al responsable de un medio digital de información de reciente creación. que no ha dejado de atacarme ni un momento. Y todo por la desavenecia que este profesional tuvo conmigo y que se produjo a raíz de yo no ceder a sus pretensiones de "asesoramiento" del club, algo que al parecer si le concedía el anterior presidente, tanto a él como a otras personas relacionadas con el mundo de la información. Yo escuché a todo el mundo, pero tomé siempre, tras valorarlas detenidamente, mis propias decisiones, algo al parecer inadmisible para él, quien desde entonces no cesó de dirigir una constante campaña de desprestigio en mi contra. Algo que aún continúa haciendo pese a no ser ya el presidente.
Pero los gritos de los radicales y la pluma de un resentido no van a callar mi voz. Y no van a impedir que quiera poner en conocimiento de la opinión pública, que durante todo el tiempo que he sido presidente del Pontevedra CF mi intención ha sido la de llevar a cabo de la mejor manera posible el trabajo que me habían encomendado. Por supuesto que he cometido algún error y que quizá las cosas podían haber evolucionado incluso de manera más positiva para el club. Pero lo he hecho lo mejor que he podido y que nadie dude que en mi mente siempre ha estado situar al Pontevedra, tanto a nivel deportivo como económico, lo más arriba posible, desde el amor que siento por los colores granates.
Mauricio Rodríguez Boullosa
Ex presidente del Pontevedra CF