Pedro De Lorenzo y Macías
¡Verde esperanza y luz en la oscuridad!
¡Estamos siendo invadidos por diversas opiniones sobre el bichejo chinés! ¿Cambió de nombre o se lo apodaron? Le denominan ómicron, letra breve en el alfabeto griego. Es agresivo e invade a todos: niños, jóvenes, adultos y mayores.
Las vacunas ayudan y es necesario que todos asumamos una responsabilidad colectiva: Los virólogos nos aconsejan que recibamos las tres dosis, mientras no encuentra una vacuna que extermine a estos bichejos.
¡La moda! ¡Mi libertad es mía y hago lo que me sale de…! Opacas, ciegas y, sobre todo, por darse importancia. La libertad de uno finaliza en las libertades de los demás.
En julio del 2021, unas paveras, sin mascarilla, sin vacunas, fumando, me contaminaron con el Covid19; estuve 12 días en Montecelo, aislado en una burbuja. Todo el personal sanitario, extraordinario. Una sola palabra: ¡Gracias!
Se quejaban algunas de las enfermeras, en esas fechas, que estaban ingresando muchos sin vacunas y jóvenes: lo pasaron canutas. ¿Han defendido la necesidad de las vacunas? Creemos que no.
Llega el bichejo ómicron y ya tiene a todos los pueblos de España en vilo. Los centros sanitarios desbordados; las camas para los contagiados graves, escasean. ¡Sí! Buscan soluciones. En Pontevedra, el Hospital Provincial ya adecuado una sala para estos enfermos. Montecelo está invadido. Los sanitarios sufren agobio, cansancio y algunas protestas de personas no muy bien alienadas.
¡Es cierto! Necesitan más personal, más medios. ¡Quedan solos ante el peligro! Es de recibo el levantar nuestra voz y gritar: Más recursos humanos para los centros sanitarios. Todos ellos, nos señalan las pautas a seguir y son buenos consejeros.
¿Por qué nos encandilan los mensajes de tertulias televisivas o políticas? Un interrogante a reflexionar.
Hemos de poner nuestra ilusión en alcanzar el duende del verdor de nuestras campiñas, que ya van siendo acariciadas por los suaves bostezos de la luz solar.
Hemos de luchar por nuestra vida y por la de los demás. Dejemos a un lado esas verdades demagógicas, que enturbian, que generan duda. La verdad es relativa y nadie es poseedor de ella en absoluto. Las únicas certezas, en la humanidad, son: "naces, caminas y mueres".
Observad esta imagen: es de nuestra Galicia, llena de verdor. Un sendero de nuestra tierra nos invita a seguir caminando, luchando por la vida ¡Ya asoman destellos de luz: el final de la oscuridad!
EPIGRAMA: Antonio Rey Soto (18-11-1926)
“No necesitas abrir
por la mañana el balcón
para que entre la frescura
mañanera con el sol,
con el piar de los pájaros
y los azahares con olor.
No necesitas, amigo,
como en otro tiempo, no:
porque la tienes a Ella,
la que te trajo el Amor,
tan pura como el rocío,
tan ardiente como el sol,
tan aromada de azahares,
toda llena de arrebol.
Bendice, querido amigo,
bendice por ello a Dios,
que para ti, solamente,
tan buena te la crio”.
¡Extraordinario epigrama! Nos infunde la ilusión, que, ante tanta oscuridad, saldrá la luz. Anima a todos los creyentes que no se olviden del Creador y de María. La fe es un buen parámetro para no rendirse ante estas amenazas de sufrimiento y muerte.
Amigos de todos los pueblos, todos tenemos diferentes creencias y, mutuamente, las tenemos que respetar. Los que nos une en este momento: es luchar por la vida, ser solidarios y buscar la unidad.
Pedro de Lorenzo Macías.
Fotografías: @Sofía Lorenzo Gómez.