José Antonio Gómez Novoa
Ventana Indiscreta: Emociones y recuerdos
Me emociona la esplendorosa sencillez y precisión con la que Iciar Bollaín afronta una película que debiera de ser de obligatoria visión en el ámbito educativo. De una manera sencilla sale airosa de una apuesta arriesgada como es Maixabel. Durante, y al final de la proyección, acuden a mi mente muchos recuerdos.
Inicié mi trayectoria en puestos de responsabilidad en prisiones a principios de los años 90, en los momentos álgidos de la dispersión de los miembros de la banda terrorista ETA. En Tenerife que es dónde yo estaba había 23 presos etarras. Allí iban destinados los que se consideraban del sector más radical y reaccionario.
Recuerdo, una de las primeras intervenciones de comunicaciones, escuchar a uno de los más "famosos", al acabar la conversación después de los comentarios y diatribas a su familia, sobre su ardor guerrero, y la necesidad de seguir en la lucha por la liberación del pueblo vasco, gritar para que lo escucháramos: ¡yo aquí hasta la amnistía!. Continuó cumpliendo su condena alejado del País Vasco, y 25 años después salió en libertad, muriendo al poco tiempo.
ETA, siempre intentó mantener la ortodoxia interna con una dinámica de rechazo a la integración en la vida penitenciaria, actos de protesta: huelgas de hambres (reales o ficticias), chapeo en celda (renuncia a salir al patio). Había una cobertura económica, social y de apoyo moral para el preso y su entorno. Ayudas a las familias para viajes y sustento, cobertura con abogados, empleo al salir de la cárcel, actos de homenaje mientras cumplían condena y vítores, pancartas y monumentos al salir en libertad.
En definitiva, había que elegir ser "héroe" o villano. Si renunciabas a la disciplina interna, se iniciaban las presiones, amenazas al preso y su entorno. No sólo dentro de la prisión, sino en su pueblo tanto a él como a su familia (muerte de Yoyes), lugar dónde deberá de ir después de cumplir condena. Los presos, conocidos como "frente de makos", eran parte fundamental del cemento que mantenía unido al colectivo
Pero el día a día en la prisión es muy complicado. En la soledad de la celda puede que por fin te encuentres contigo mismo. Los trabajadores penitenciarios, una profesión poco valorada pero de gran importancia para la sociedad, hicieron un gran trabajo en este ámbito, llevaban un seguimiento exhaustivo de la trayectoria de cada preso. Se realizaban labores de inteligencia/seguridad y también observación de conducta y abordaje personalizado (entrevistas).
Hemos ido observando como ese mundo se fue disgregando:
- Hemos visto como los internos mostraban fortaleza y disciplina de día, y lloraban en la celda durante la noche.
- Internos e internas que mostraban "debilidad" e intento de buscar alternativas para salir cuanto antes de prisión y como algunos familiares o el entorno lo chantajeaban , y le marcaban el "camino seguro".
- Familiares que intentaban convencerlos y ayudarlos para que abandonaran la disciplina interna, pero como ellos se mantenían en sus trece defendiendo su pertenencia y su orgullo por la futura liberación del pueblo vasco.
- Hemos contemplado como el entorno le buscaba una pareja chico o chica, que simpatizara con sus "ideales", y la llevaban a prisión para que iniciaran una relación que hiciera más fácil su vida penitenciaria, y no se descarriara.
- Los hemos visto en el patio cabizbajos, y más tarde destrozados en su celda mientras fallecían sus padres, sus abuelos e incluso sus hijos, mientras ellos cumplían un día tras otros sus condenas.
La Vía Nanclares se impulsó cuando Mercedes Gallizo era la máxima responsable de Instituciones Penitenciarias y Rubalcaba Ministro del Interior con el objetivo de que los presos rompieran con ETA, y significaba: pedir perdón a las víctimas, desvincularse de la violencia, asumir el daño causado, y lo más difícil, colaborar con la justicia.
Algún día la historia reconocerá la importancia de esa alternativa, porque es evidente que la renuncia pública a eta y al uso de la violencia por algunos penados consiguió el objetivo principal que era la desintegración del colectivo.