Pedro De Lorenzo y Macías
Los custodios de la esperanza: Lucha por la vida, sacrificio y sufrimiento
¡Ya estoy finalizando en el "otoño" de mi existencia! 74 años. Me vacunaron las dos dosis de PFIZER. Soy trasplantado de corazón; estoy tomando inmunes depresores, para evitar el rechazo.
El bichejo chinés vino para quedarse. Es astuto, frío, calculador y perseverante. Fue confiando y confundiendo a los humanos: unos, lo tomaron de coñas; otros, con ansiedad y angustia. Ya hizo e irá haciendo destrozos en muchas vidas…
¡Me estuvo observando! Cumpliendo todas las normativas, buscó el resquicio para invadirme. Fue un 10 de julio del 2021. Sentí sus mordidas el martes 13, mis fuerzas se debilitaron, sufriendo diversos achaques. Llamé al 112 y me trasladaron a Montecelo, Séptima Planta, burbuja 727. Buena acogida en Urgencias y subida a planta.
¡Descubrieron al bichejo, en su posible exterminio!
(PEDRO LORENZO MACÍAS. BURBUJA 727) (17-7 al 19-7.2021)
¡Ya dentro de mi burbuja, nunca me sentí sólo! Me custodiaban los cruzados de la esperanza. Muy poco personal y no se rendían. Me lavaban, daban de comer, aseaban, estaban muy pendientes de mis constantes vitales.
Los escuchaba detrás de la puerta. Vestía su agobiante "api astronauta" y llegaban en tu auxilio. El sol, vengativo, encarnizaban a estas heroicas luces de la vida. Sudaban, se les nublaba la vista, sufrían dolores y angustias: "eran madres y temían por sus familias". Ni una sola muestra de enfado; con su sonrisa, paciencia, nos iban animando. Asomaba su tristeza al observar que no había mejoría y tenían que trasladar a su enfermo a la Uci. ¡Cuántos sacrificios, cuántos sufrimientos!
Poco reconocimiento para tan generosa advocación: "luchar por la vida". No hay medallas, ni gloria más grande que la entrega de estos "Cruzados de La Esperanza".
En mi soledad, surge esta reflexión: "deberían dotar con más recursos humanos a este extraordinario colectivo". A veces, se apuntan a dos turnos.
He notado una gran coordinación en los distintos estamentos. Bien unificados, con espíritu colaborativo, entre todos ellos. Siempre informando a mi familia de mi estado. Un dispositivo con admisión muy eficaz. La familia dejaba unas cosillas y los celadores las recogían y te las entregaban. Eran nuestro vínculo.
¿Cómo valoro la gestión sanitaria? Sublime. Luces en la oscuridad, estrella de la esperanza. Siempre sonrientes, a pesar del gran riesgo a que están sometidos.
EQUIPO MÉDICO: luchadores por la vida, siempre pendientes de sus pacientes. Sus visitas confortaban, te auscultaban, te animaban, con sus sonrisas francas, irradiando amistad, generando vínculos para luchar contra el bichejo. "Salvar una vida es la mejor recompensa para estos custodios de la esperanza".
EQUIPO DE ENFERMERÍA: inmejorable; siempre atentas, llenas de espíritu solidario, de comprensión. Unidas, formaban un equipo que solventaban todos los obstáculos por escasez de recursos humanos.
EQUIPO DE AUXILIARÍA: ¡Sufridor, servicial y muy positivo! Era el que más nos visitaba en la burbuja: comidas, aseos, camas, levantarte y acostarte. ¡Cuánta paciencia, cuánta profesionalidad!
EQUIPO DE CELADORES: Siempre dispuestos a realizar su cometido con gran profesionalidad.
EQUIPO DE LIMPIEZA: escrupuloso, desinfectando toda la burbuja, aromando su ambiente. Soberbio.
Me ha impresionado su gran coordinación, ayudándose los unos a los otros.
¡Me despedisteis con una gran sonrisa! Vencisteis al bichejo y salvasteis una vida. Gracias a todos, sois mis "custodios de la esperanza". Os tendré en cuenta en mi caminar, no os dejaré en olvido. ¡Ya voy recuperando mis facultades! ¡Gracias, por vuestras mercedes!
Mi esposa, familia y amigos: ¡Gracias a todos vosotros! ¡Sois inmejorables!
A todo el equipo de Neumonía de Montecelo: "Salud, felicidad y fortuna".
Pedro de Lorenzo y Macías. 1-08.2021
NOTA: Lo envío a PONTEVEDRAVIVA, periódico digital. Lo podréis leer entrando en n google: "Pontevedraviva – pedro".