Tribuna Viva
Queremos operativa nuestra Casa Cuartel
El pasado viernes día 25 de junio, en la calle Prolongación Arenal de Ponte Caldelas, algún desaprensivo con mucho tiempo libre y bastante mala baba, rayó mi coche con algún utensilio, dejando en su carrocería una marcas bastantes profundas.
Como cualquier persona que se encuentre tal situación me decido a interponer una denuncia y llamo al 062, donde me dicen que he de ir al cuartel para tal menester. Así lo hago, allí me dirijo y para mi sorpresa me encuentro con que está cerrado, volviendo a llamar al 062 donde me dicen que acuda al día siguiente que estarán de 9 a 2.
El sábado 26, como me indicaron que hiciera, me persono en el citado cuartel y una vez más lo encuentro cerrado a cal y canto, lo cual me hace volver a llamar al 062, donde la persona que me atiende me dice que acuda a la Comandancia de Pontevedra o que espere al lunes ya que como había comprobado yo, no había nadie, estaba cerrado.
El lunes 28, a primer hora de la mañana acudo nuevamente a interponer una denuncia por los daños a mi coche y por fin me encuentro la puerta abierta y puedo hacerla sin tener que acudir a Pontevedra.
Pero esta situación me hace pensar que hace algunos, no muchos años, en la Casa Cuartel de nuestro ayuntamiento podías acudir cualquier día, a cualquier hora, ante cualquier eventualidad y siempre eras atendido, porque siempre había algún Guardia a disposición del ciudadano. Hoy ya es difícil incluso ver alguna patrulla haciendo rondas por el pueblo o por el rural, ya no existe ese contacto con estos agentes que nos hacían sentir más seguros y que estoy convencida de que con su sola presencia y su regular paso obraban disuadiendo a cualquiera que pretendiese cometer cualquier acto ilegal.
Si a mi, una persona joven y con medios, me supone un engorro acudir a Pontevedra a poner una denuncia, qué no sucederá con la población de edad avanzada cuyos medios son escasos, que siempre encontraban en nuestra casa cuartel a esos Guardias que los conocían y en los que ellos confiaban y, que en la actualidad, y dado que nuestra Casa Cuartel tiene el perenne cartel de "no estamos", incluso desistirán de llevar a cabo sus diligencias yendo esto en detrimento de sus derechos como ciudadanos.
Nuestra Casa Cuartel nos ha acompañado durante años, muchos, y allí acudimos siempre que lo necesitamos, pero a día de hoy es habitual encontrarse la puerta sin ese cartel que indica que no están para ayudarnos. Me pregunto qué ha sucedido, me pregunto a qué se debe el desmantelamiento de unos servicios prioritarios, dónde están nuestros tan queridos Guardias, cómo es posible que teniendo las instalaciones no tengamos el servicio.
Por qué dependemos de la Comandancia de Pontevedra cuando el tiempo de espera es superior al que tendríamos si fuese operativa nuestra Casa Cuartel, por qué nadie hace nada y por qué nadie piensa en los colectivos más frágiles que necesitan de ellos.
A mi me rayaron el coche, algo que siendo un acto delictivo se soluciona con dinero, pero, y qué sucede si en lugar de eso, soy víctima de violencia, si me decido a denunciar algo grave y al llegar me topo con la puerta cerrada. En una situación complicada y de miedo seguramente ni llamaría al 062, y me volvería a casa, vencida porque nadie pensó en mí y en muchas personas que viven bajo golpes.
Desde aquí pido a quien tenga competencias que tenga a bien reintegrar un servicio tan necesario dotando de medios y efectivos a nuestra Casa Cuartel, porque lo que no puede suceder es que nos resten en lugar de sumar, y porque los ciudadanos del rural también merecemos un trato de primera.
A nuestros Guardias, agradecerles siempre su atención, su trato y esmero, y mi deseo de que vuelvan pronto, dando así esplendor a nuestra Casa Cuartel con las puertas abiertas de par en par, con su presencia y profesionalidad al alcance de todos, como siempre fue, y como nunca debió dejar de ser.
Paula Lourido