José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: "El gran día"
Me llega el mensaje esperado, por la mayoría de los ciudadanos: "la persona con las iniciales JGN tiene cita para la vacunación SARS-COV-2…", indicando el lugar y la hora pero no la vacuna que me inyectarán, aunque me imagino que será la que me corresponde por edad.
Acudo al recinto ferial, y me pongo a la cola observando a los que me rodean, e inicio el estudio comparativo. Todos aparentan menos edad de la mía, y lo que es peor, tienen mejor aspecto. Intento cargarme las pilas, y repito una de las máximas que me transmite mi psicóloga de cabecera: "No estés en conflicto con la imperfección, eres único y singular, olvida las comparaciones".
Todo parece bien organizado, ya me estoy acercando a la "tierra prometida",. Vengo preparado para la inoculación, pero en la cola no dejo de escuchar comentarios que me empiezan a asustar: "mañana estaremos todos con fiebre". "llama a la fábrica que mañana vamos a faltar bastantes al curro", "mi hermano lleva dos días con un dolor de cabeza y con fiebre alta", "yo traigo un justificante de trombos", "nos van a poner la mala".
No me han influido las noticias en los medios, ni la de múltiples pseudoexpertos. Siempre intento utilizar el pensamiento crítico, y dejarme llevar por las conclusiones de los científicos. Y, estos afirman que el porcentaje de efectos secundarios es mínimo, pero el runrún de la fila me afecta sobremanera, y dudo si regresar a casa o entrar en el burladero que me corresponde, y en fin, ¡que sea lo que Fernando Simón quiera!.
Ya está, un simple pinchazo, un descanso de 15 minutos, y permanezca a la espera. Me siento bien, y decido ir al cine a ver Nomadland, una película íntima, sin grandes giros. Un retrato único de la existencia ajena. La solidaridad, la sutileza de los pequeños gestos, y la "verdadera libertad" de pensar y elegir. Muy recomendable para mantenerte lejos y desconectar del mundanal ruido. @novoa48