Marisa Lozano Fuego
La Chica de ayer
Sí, la chica de ayer. De vez en cuando las canciones me inspiran y otras veces resumen toda la existencia en una frase. ¿Habéis sido la chica de ayer? ¿Tal vez la de hace años, lustros, centenarios?
A lo mejor sois la de hoy, como yo, sumidas en un mar de dudas y un torbellino de oleajes que os impide nadar a gusto. Porque la chica de ayer era tersa y su piel no tenía arrugas producidas por el paso del tiempo. Sí, esa chica solía ser entusiasta y encontrar todos los tréboles de cuatro hojas en Campolongo, e ir con una bicicleta RH roja con ruedines, luego sin ellos, algún diente le fue en el lance, dos incisivos frontales, gracias ceramista de la ortodoncia, entre eso, el corsé ortopédico y el aparato dental podréis entender cómo detesto cualquier tipo de cadena.
Demasiado amarrada muchos años a hierros, prejuicios y reglas. Uniforme, falda plisada, cuentos en un casete de Fisher Price, presión de ser mejor alumna, mejor vástago, más morena, más callada. Sí, la chica de ayer era soñadora, le gustaba el equipo A y los Fraggek Rock y creía que de veras kilos Diminutos se escondían en ese pequeño trozo de rejilla. Y que los Krispies de Kellog´s, qué pobres, se hallaban patinando en algún estómago desagradecido, como Simbad en aquella ballena que tuvo kan delicadeza de no hacer la digestión.
Ya ven, chicas de hoy, aún somos parecidas. Nos sigue gustando bailar solas en el espacio en que él no está o bajo la ducha y nos sigue pareciendo tan dulce un Ferrero como una disculpa, un apretón de manos como una rosa blanca. Sí, ya sé que no parecemos románticas, sería un punto de debilidad, pero cómo mola que te dediquen esa, una, a otra canción y si encima no desafinan, pues mejor. Hola, chicas de hoy, qué tal, hemos conquistado derechos a través de los siglos pero no se nos olvida las niñas que fuimos, y todos mezclados en el patio y nadie había sido, y daba igual Juan que Pepita, todos éramos pandilla y el género lo definía simplemente quién hacia el papel de hija o de lobo feroz, y nos cambiábamos los roles como nos daba la gana, y él se se ponía tu mandilón y ella se ponía su espada de plástico, y a mí siempre me encantó hacer de guerrero, sabes, porque de frufrú ya hacía en ballet, y menuda esperperpenta, que nunca me quedaba el maillot y me decían las compañeras, que majas, que parecía algo similar a un chorizo.
Pues sí, chiquillas, las mujeres siempre nos hemos comprendido. Menos cuando no lo hemos hecho, y no importa si tu mejor amiga te quita el novio, porque el novio es de todas, y esto es Pontevedra, aquí todo se comparte y si no sabes que el primo de la hermana de tu vecina ha estado con la hija de la sobrina del del ático, es que no tienes charmé ni eres guay y deberías enterarte quién ha babado a tu mancebo antes de que un alma caritativa te lo diga.
También somos todos piadosos, menos cuando no lo somos, chiquillas, el caso no es que nos vean, digo yo que el caso será tener fe, en las sombras, en los árboles, en las personas, en el Cielo, y también, seguro, en el templo, pero que no se acabe al salir de allí, que se conserve y los actos también, que eso se llama coherencia y no paripé, que la palabra farisea está ya bastante gastada, sí señora, yo también aprendi que las apariencias engañan ergo cuando rezo es de verdad.
Hola chicas, no os olvidéis de poner las radios y las televisiones más altas, necesito oír su clamor, estamos estando muy solas en esta especie de marasmo que nos condena al ostracismo del no cotilleo y no Sálvame, por favor, vamos salvarnos de ser seres sesudos o agresivos, solo preocupadas por los libros, las citas o las puyas de la televisión. Seamos divertidas, solíamos saber cómo era.
Hola, chicas de hoy, también hemos olvidado la palabra hermano, hermana, resulta que existen mil y un formas de relacionarse que nada tienen que ver con el sexo, y sabéis, todas son hermosas, y significan fraternidad, y las que sí lo tienen, ancha es Castilla que a mi no me importa, pero resulta que igual la gente necesita abrazos y mentes abiertas y no que les juzguen por su etniaa, elección amorosa ni estética, que parece mentira que en pleno siglo veintiuno no puedas tener tres maridos, un periquito y cicuenta abrazo -amigos con los que solo comes una pizza Dominos y luego vas a tomar el vermouth.
Que sí, queremos comprensión y no etiquetas, chicas del mañana, queremos empanada y no alpiste, queremos pesar más kilos y que revienten las costuras, qué pasa, la Barbie es un modelo imposible, si sabéis que es antihumana, quién os ha dicho que debemos parecernos a ella.
Hola , chicos del hoy, me seguís encantando y cabreando, del primero al último, siempre me habéis parecido una raza de lo más molona y aun así siempre me pregunto quién tiene a mi Príncipe y por qué me lo han desteñido con tanto lametón ajeno.
Que si, que parece que una no puede tener uno propio, la colección de ranas fue en aumento y a todas les tuve mucho cariño, ahora prefiero dormir con un gato o un batracio que con un churri, mire usté la causalidad.
Pues sí, chica de hoy, de ayer, no importa, lo que importa es que estemos con salud, y mire usté que el pecuniam, mis querides, no me importa absoultamente nada, cuáno placer ser pobre en las arcas o el banco y tener conciencia tranquila, la fortuna pa otros, que yo tengo muchos yogures Eliges y Muesli de melocotón.
Las prioridades deben estar claras: sigo siendo la chica de ayer, y a veces estoy pasada de moda.
Pero como las modas vuelven y son cíclicas me parece sinceramente que todas estamos lo bastante pasadas de rosca y también lo bastante divinas como para mirarnos al espejo y ver arte contempornáneo cuando trazamos la raya del ojo.
Cuando nos tocamos el corazón.
Marisa Lozano Fuego
María Luisa Carrillo Lozano
https://www.youtube.com/watch?v=2pRmTJjBr6c Canción: Nacha Pop.La chica de ayer.