César Abal
Pabellón de los Deportes Alejandro de la Sota
Aprovechando que estos días ha vuelto a la actualidad pontevedresa la figura de don Alejandro de la Sota gracias al Memorial Filgueira Valverde que se acaba de celebrar en el Museo, quiero rescatar parte de un artículo que redacté en Mayo de 2.011 sobre la importancia de tener una de sus obras más emblemáticas adecentadas para el centenario de su nacimiento y de los fallidos pasos en su intento.
Cuando Alejandro de la Sota proyectó un pabellón polideportivo para Pontevedra ya era un maestro consagrado de la arquitectura moderna española. Este edificio muestra la capacidad creativa de su arquitecto y su característica manera de encarar el proyecto: responder al problema planteado a través de una idea luminosa y, después, resolverlo con el gesto más elemental posible. Aquí la idea era la creación de una caja inundada de luz, anónima y silenciosa, y el gesto que le da forma es una estructura elegante y delicada, que permite crear un efecto de ingravidez de la malla espacial de cubierta.
El pabellón de Sota pagó caro el entusiasmo de su autor y las carencias tecnológicas con las que tuvo que enfrentarse la construcción. Los problemas fueron numerosos: falta de aislamiento, deficiente ventilación, condensaciones y humedades. Pero todos estos problemas podrían haber sido solventados sin violentar su arquitectura. (Fernando Agrasar)
En 1984 Rivas Fontán, encarga subasanar estas deficiencias al propio Alejandro de la Sota pero se encuentra con la negativa de los técnicos municipales de la época, quizás por celos o a por falta de perspectiva para apreciar la grandeza de su obra. La polémica fue resuelta por la Junta de Gobierno del Pabellón encargando la reforma al Ingeniero Municipal de la época, Enrique García Quintela, una persona que no supo estar a la altura de sus antecesores. El Colegio de Arquitectos de Galicia llegó a presentar un recurso intentando evitar a desfeita, pero no llegó a prosperar.
Nuestros políticos, ya con la perspectiva que da el tiempo, se dieron cuenta de tamaño error y se propusieron recuperar su aspecto original. El primero que lo hizo fue Juan Luis Pedrosa en 1.999 que lo prometío en caso de llegar a la alcaldía, algo que no se llegó a producir, quedando nuevamente en el olvido este proyecto.
8 años más tarde, con el BNG gobernando en solitario (el reparto de gobierno, firmado a espaldas del pueblo, tardó más de 3 meses) en Agosto de 2007, nuestro alcalde Lores anuncia la revalorización del Pabellón de los Deportes encargando un concurso de ideas restringido a profesionales de renombre especializados en De la Sota. Intentaba así dar cumplimiento a una de las propuestas de su programa electoral Mil ideas máis. La presión por los recientes resultados que había obtenido el Proyecto de Telmo Martín A Nova Pontevedra -el más votado en la historia de unos comicios locales en Pontevedra- obligaban a Lores a presentarse ante la ciudadanía con proyectos innovadores ante la necesidad de reafirmarse en su puesto (5 concejales menos que la vista más votada)
Esta propuesta llega al Parlamento del Bipartito en Septiembre de 2007 a través de una pregunta formulada por la pontevedresa Pilar Rojo. La Xunta a través de la concelleira de Cultura e Deporte, Ánxela Bugallo -en la que figuraba Luis Bará como Director director general de Creación y Difusión Cultural- muestra su total apoyo a la propuesta municipal.
Se alcanza ese mismo mes de Septiembre el reparto municipal de las áreas de gobierno en Pontevedra y del proyecto nada más se vuelve a saber. Se cambia por una exposición de fotografías celebrada en el Pazo da Cultura entre Abril y Junio de 2009.
Yo sigo esperando esa puesta en y su rebautización como Pabellón de los Deportes Alejandro de la Sota. Aunque ahora los tiempos impiden una actuación así, uno no deja de imaginarlo en ese enclave privilegiado a orillas del Lérez, convertido en icono arquitectónico de ese bulevar que una a A Illa das Esculturas con A Xunqueira de Alba y con una gran terraza mirador en su fachada ganada gracias a ese estacionamiento subterráneo proyectado en A Nova Pontevedra en el deteriorado solar que ahora mismo solo sirve para aparcar coches.
Seguro que de la Sota así lo hubiera deseado.
9.11.2012