Pepy G. Clavijo
Un paseo por algunos monumentos
Quisiera que me acompañarais a visitar algunos monumentos de Pontevedra.
Me gustaría empezar en el dedicado al Doctor Marescot, se encuentra ubicado cerca de la que fue su casa, en la parte izquierda del Gobierno Civil, en los jardines que llevan su nombre, delante de lo que fue la Maestranza, después Cuartel de San Fernando y hoy Facultade de Belas Artes.
Don Enrique Marescot Iglesias fue uno de los pontevedreses más queridos y venerados en todos los sectores sociales, excelente cirujano, director del Hospital Provincial, y un sinfín de cargos más, que supo desempeñar con gran cierto pero sobre todo como más se le recuerda es como "el médico de los pobres".
El monumento es obra de Fernando Campo, el busto, los relieves y el escudo son de bronce, la fuente y el pedestal de granito, en la parte posterior del mismo se puede leer: "Al doctor Enrique Marescot, que consagró su vida a la cirugía, a la práctica del bien y de la caridad".
Los relieves son tres, el primero representa la medicina, el segundo la caridad y el último la fe.
Otro monumento se encuentra muy cerca de este lugar, concretamente en los mismos jardines, cerca del Ambulatorio, es el dedicado a Manuel Quiroga, su autor es Francisco Asorey, consta de un sencillo bloque granítico a modo de pedestal, sobre el mismo un busto del violinista en actitud pensativa que hace resaltar la personalidad del homenajeado.
Debajo del busto una placa de bronce con un violín grabado y la dedicatoria: "La ciudad de Pontevedra a Manolo Quiroga en el centenario de su nacimiento (1892 – 1992)".
Manuel Quiroga fue el gran violinista que llevó el nombre de su ciudad por todo el mundo, estudió en Madrid y París, en 1911 obtuvo el primer premio de violín en el conservatorio de la ciudad del Sena y desde ese momento su figura brillará tanto en Europa como en América, cosechando grandes éxitos hasta que un desgraciado accidente de circulación, ocurrido en Nueva York, tronchó su carrera de concertista, aunque siguió cultivando sus otras dos pasiones, la pintura y la composición.
Antes de bajar a las Corbaceiras, vamos a detenernos a contemplar los bellos azulejos de la parte baja de la Alameda, hechos en Triana (Sevilla) sobre bocetos de Carlos Sobrino, representan escenas típicas gallegas con paisajes de las cuatro provincias, Santiago, A Lanzada y Combarro, en un total de 23. Sobrino fue alumno de Ferrant que le hizo sentir la disciplina en el dibujo, lo que contribuye a que sus personajes emanen gran personalidad, tanto que parece como si quisiesen hablar.
Bajaremos hasta Obras del Puerto y allí encontramos la obra del escultor de Villalonga, Alfonso Villar, se trata de "La mujer del emigrante", es de material granítico fechada en 1961, una obra llena de realismo, una mujer con la mirada perdida en el mar en espera del marinero, en sus manos una paloma.
La ubicación actual la hace más visible al viajero, pues la antigua (al lado del edificio) no era la idónea para tan bello monumento.
Seguimos nuestra visita y después de caminar por el nuevo paseo de orillamar nos encontramos con el monumento dedicado a Pedro Sarmiento de Gamboa, el más científico de los navegantes de su tiempo (s. XVI), además de descubridor, colonizador, humanista, poeta e historiador. Se encuentra delante de la que se dice fue su casa natal. Consta de un pedestal de granito en el que destaca una vela de barco, en la parte delantera del mismo se puede leer: "Pontevedra ó descubridor e cosmógrafo Pedro Sarmiento de Gamboa". Lo que no se llega a entender es el motivo por el que pusieron su nombre a una calle tan alejada del mar, como es la que une el Gorgullón con la Avenida de Vigo.
Cerca del Parador de Turismo hay una fuente con alegoría de la Fama.
No debemos olvidar en este recorrido una escultura ubicada en la puerta de la plaza de toros, se trata del "Monumento al torero" obra realizada sobre un dibujo de David Campos.