Pedro De Lorenzo y Macías
¿Conocía Colón y la comunidad judía del siglo XV la existencia de otra tierra? Segunda parte.
En el ensayo anterior, Colón tuvo clarividencia de que existía la Otra Tierra, ya por el legado de Perestello que su suegra le obsequió, ya por la confesión del "Piloto Desconocido". Realiza las mismas travesías que el Prenáuta.
Navega a THULE: "Yo navegué el año 1477, en el mes de Febrero, ultra Thile, cien legus, cuya parte austral dista de la Equinocial setenta y tres grados, y no sesenta y tres, como algunos dicen; y no está dentro de la línea que incluye el Occidente, como dice Ptolomeo, sino mucho más occidental, y a esta isla, que es tan grande como Inglaterra, van los ingleses con mercaderías, especialmente los de Bristol". Es posible que la fecha de 1477 no sea la correcta.
Su hijo Fernando, basándose en las memorias de su padre, comenta su viaje al Norte. Comprueba que la isla más septentrional del mapa de Ptolomeo está a los 63º de la equinoccial y que, en lugar de precipitarse en el vacío, al navegar más allá de tal latitud, encuentra una isla, mayor que Inglaterra, cuya parte austral está a los 73º. Esto le demuestra el primer fallo, la primera equivocación, de la teoría Ptolomeica.
Entre 1479 y 1482 navega por el Continente Africano. Comenta: "Yo estuve en el Castillo de San Jorge de la Mina de El Rey de Portugal, que está debajo de la equinoccial, y soy buen testigo de que no es inhabitable como quieren algunos".
Vuelve a comprobar, esta vez, viajando al Sur, que las teorías Ptolomeicas no se cumplen. En sus viajes por África, experimenta tres hechos fundamentales para diseñar su ruta a la Otra Tierra.
- Comprueba que la tierra es habitable, en la zona tórrida, rebatiendo la tesis de Ptolomeo. Algunos navegantes portugueses ya conocían su habitabilidad. Experimenta que se puede navegar más allá del equinoccio.
- Pasando la línea equinoccial no se caía en el vacío. Señala que la zona donde está situado el Castillo de San Jorge de Mina, (hoy, Porto Santo – Madeira), está por debajo de la línea equinoccial.
- Experimentar con el cuadrante, e instrumentos de aquella época, el valor del grado terrestre, cuyo valor era de 56 millas y dos tercios. No logra obtener el valor del grado con exactitud.
Comprobando los datos en sus viajes al Sur de África, y los que había experimentado, navegando diez grados más allá de Thule, en el Norte, toma la decisión qué navegando hacia el Oeste, encontraría la Otra Tierra; en su pensamiento, creía que estaban ubicadas algunas de las Diez Tribus desaparecidas. Por ello, en su primer viaje, llevó a Luis de Torres, judío y que hablaba arameo, hebreo y otras lenguas.
No buscaba otra ruta de navegación hacia las Indias; ya tenía conocimiento pleno de la existencia de América. Vendió su empresa a diversos monarcas, aduciendo que conseguiría una ruta más corta para comerciar con las Indias.
¿Influyó Toscanelli en su proyecto a la Otra Tierra?
Sobre el carteo entre Colón y el sabio Italiano, hay muchas discrepancias de su autenticidad. Don Antonio Fernández Fernández, en su laborioso ensayo sobre las cartas entre Colón y Toscanelli y viceversa, nos comenta:
"Las Cartas de Toscanelli: El 25 de junio de 1474, Pablo Toscanelli, físico y cosmógrafo de Florencia, escribió al canónigo Fernando Martins, de Lisboa, una carta en la cual le hablaba "del muy breve camino que hay de aquí a las Indias adonde nasce la especería, por el camino de la mar, más corto que aquel que vosotros hacéis para Guinea", y de los deseos que tenía el rey de Portugal de conocer su opinión sobre el dicho camino.
Para señalar con mayor facilidad la ruta que proponía le adjuntaba "una carta semejante a aquellas que se hacen para navegar, y ansí le envío a s. m. hecha y debujada de mi mano; en la cual está pintado todo el fin del Poniente, tomando desde Irlanda al Austro hasta el fin de Guinea, con todas las islas y los lugares adonde podéis desviar para la linea equinocial..." Toscanelli se extendía en otras explicaciones: "Las rayas derechas que están en luengo en la dicha carta amuestran la distancia que es de Poniente a Levante; las otras, que son de través, amuestran la distancia que es de Septentrión en Austro".
Colón conoció la carta de Toscanelli al canónigo Martins; el descubridor ya había concebido su plan de navegación al Oriente por el Occidente y Toscanelli no hacía más que confirmarle la excelencia de su proyecto. Don Hernando, para dar mayor aspecto de autenticidad a la segunda carta de Toscanelli a Colón, habría hecho suponer al sabio florentino que Colón pertenecía a la nación portuguesa.
El académico y general don Angel de Altolaguirre y Duvale emitió en 1903, en su magnífica obra Cristóbal Colón y Pablo del Pozzo Toscanelli, la nueva teoría de que don Hernando Colón: "con el fin de encubrir que su padre se apropió la idea y el proyecto de Toscanelli, inventó la correspondencia entre ambos para llevar al ánimo de los lectores de la Historia el convencimiento de que antes que el sabio florentino se dirigiera a los portugueses, ya Colón había concebido y desarrollado científicamente la idea de surcando el Océano arribar a las costas del Extremo Oriente de Asia".
Sigue exponiendo los argumentos de varios investigadores, con sus fuentes. Con suma prudencia y honestidad, que no se estila en estos tiempos, nos deja al lector pronunciarse a favor o en contra. Les recomiendo su lectura. Don Enrique de Gandía, "Las cartas de Toscanelli, La Antilla, La India y Cipango". Plantea los mismos interrogantes. Una buena lectura. Los dos autores mencionados nos
muestran las fuentes en que se basaron para elaborar tales ensayos. Esto es propio de los que buscan respuestas a la oscuridad de Cristóbal de Colón.
Marina Civil: "Colón sabía perfectamente dónde estaba el Caribe, aprovechar el régimen general de los vientos y las corrientes marinas para ir y retornar. Realiza cuatro viajes sin errores de mención. Con sus cartas náuticas y diarios de otros marinos llega a su destino. En las Capitulaciones de Santa Fe, queda constancia que Colón ya sabía de las Islas y no hay constancia que fuese después de su llegada a Portugal. ¿En qué han supuesto unos escritos de Toscanelli, que por otra parte no hay constancia de que tuviese unos mínimos conocimientos náuticos? ¿Pero qué clase de sabio era Toscanelli? Su visión del globo terráqueo es absurda. Los colombistas debería de hacer un mayor esfuerzo para determinar la autenticidad o no de los documentos que se le atribuyen a Colón, y relativos a su proyectos y
viajes".
Ante tantas opiniones distintas, señalamos que Colón se hizo con una copia de la carta de Toscanelli al canónigo Fernando Martíns, que en su apología para viajar por el occidente, sería más corto para obtener las especies como señalan en el siguiente comentario: "El motivo del viaje de Colón, no fueron las tribus Judías fueron las especias: Hace cinco siglos la situación era bien distinta. La única especia que se producía en Europa era el azafrán la restantes procedían de la regiones tropicales de Asia y de las islas Molucas, en Indonesia. Cuando llegaban a Europa, después de pasar por muchos intermediarios, alcanzaban precios exorbitantes. La pimienta aumentaba su precio 30 veces; La nuez moscada unas 600 veces. Nos podemos hacer una idea de los beneficios que producían las especias y lo importante que eran. Las clases acomodadas, en la edad media, se alimentaban casi exclusivamente de carne, las verduras y las legumbres eran la comida de los pobres. Llegada la época de frío escaseaba el forraje y había que sacrificar mucho ganado. Aquella carne salada o ahumada para consumirla a lo largo del invierno. Había un problema para cocinarla era preciso desalarla e hidratarla, Pero al mojarla se tornaba bastante insípida.
En una mesa pudiente medianamente se servían hasta seis platos sucesivos de carne, lo que planteaba un problema: ¿cómo conseguir que la misma carne insípida adquiriera distintos sabores en sucesivos platos?
La solución consistía en adobar la carne con una variedad de salsas especiadas. La combinación de pimienta, clavo, canela, jengibre y nuez moscada en distintas proporciones permitía confeccionar cinco o seis recetas diferentes a partir de la misma carne. Otro efecto de las salsas especiadas era el de disimular los sabores de una carne medio putrefacta, así como los de salvajina, ese olor que desprende la
carne de caza mayor". (Un comentario parecido es el que nos inculcaban en nuestros estudios de primaria).
La posible carta, dada como cierta, habla más sintéticamente de que el camino más cercano para adquirir estos condimentos era viajar hacia el oeste, el ocaso. No entramos en valoraciones. Ya hemos expuesto que todos los documentos son como un poliedro, de muchas caras. Nadie, entre ellos nosotros, tiene la certeza en interpretar dichos documentos.
¡Lo siento amigos! Teníamos que mencionar a Toscanelli. A nuestro modesto entender, no influyó en nada en el proyecto del Gran Nauta. Tal vez se sirvió del discurso para vender su proyecto a distintos reyes.
Cristóbal Colón afirma que, desde la edad de 28 años, se halla al servicio de la Empresa de Indias, y que desde esa edad se gastó todo lo que tenía. Es de suponer que estos viajes científicos fueron sufragados por él. En 1483 presenta su proyecto al Rey Juan II de Portugal. En 1484 Juan II de Portugal envía, a espaldas de Cristóbal Colón, una expedición para comprobar sus teorías, llegando a la altura del mar de los Sargazos, deciden dar la vuelta.
Nuestra modesta opinión: El mapa para navegar por el Occidente que entregó al Rey Juan II, carecía de algunas coordenadas; o bien, le entregó otro sin mencionar el rumbo y guardó el original, ya que tenía desconfianza en la sociedad de su época. El siglo XV fue convulso y caos para las comunidades israelitas.
Cristóbal Colón decide abandonar Portugal acompañado de su hijo Diego Colón, y entran en Andalucía, más tarde, en 1488, el monarca portugués, le escribe una carta pidiéndole que regrese ya que está dispuesto a atenderle, en esta carta se dirige a Cristóbal Colón como "especial amigo", nombrándole como "Colón" y "Collón" indistintamente. Cristóbal Colón, no acude a esta llamada. (Nuestra sencilla opinión, le entregó un proyecto no señalando el rumbo; normal en un hebreo; poca confianza tenía en los mandatarios de aquellos siglos).
Posiblemente en el año 1485, Colón y su hijo Diego entraron en España, por el puerto de Palos; allí vivía Miguel Muliart, que mencionan que era su cuñado. Dejó a su cargo a su hijo e inició el contactar con los Reyes Católicos para exponer su proyecto. Nos centramos en Salamanca, año 1486. Los reyes Católicos estaban asentados en dicha ciudad. Colón fue acogido por Fray Deza, en el convento dominico de San Esteban. (Los dominicos, una de sus finalidades, era conseguir recursos para financiar las cruzadas). Pincelamos unos criterios sobre la amistad de Fray Deza hacia Colón.
Celso García de la Riega: Fray Diego de Deza, ilustre teólogo que llegó a ocupar el cargo de Inquisidor General, era descendiente del judío Ruy Capón. Colón lo encontró en el Colegio de San Esteban de Salamanca y por su intermedio conoció al astrónomo hebreo Abraham Zacuto, profesor de Astronomía de la Universidad de Salamanca. El Prior del convento de San Esteban hizo sus primeros estudios en Pontevedra. Á favor de esta creencia tenemos el dato de que, según escrituras notariales de 25 de Julio de 1434, 13 de Febrero de 1435 y 29 de Mayo de 1436., que, constan en los mismos minutarios citados en el capítulo anterior, era monje en el monasterio de Poyo, Fr. Fernando de Deza, y en otra escritura de 19 de Octubre de 1434 figura el Licenciado Er.-Martín de Deza en el convento de San Francisco de la misma población. El apellido Deza existe en Galicia desde hace mucho tiempo, y dichos frailes podrían ser parientes de Fr. Deza, nacido en Toro, en Zamora, muy bien pudo realizar sus primeros estudios, repito, al lado de cualquiera de los dos mencionados monjes, quienes eran, sin ‘duda, parientes suyos.
Diferimos que Fray Deza estudiase en uno de los dos conventos de Pontevedra. No hemos encontrado ningún enlace para sostener este comentario sobre su estudio; el resto, coincidimos y estamos absolutamente de acuerdo con su exposición.
Hay otra opinión que no la hemos podido verificar: "Galicia exportaba un comercio activo en salazón o de sardina con Génova y Nápoles. Sobre los años 1446 y 1450 los padres de Colón llevaron el quiñón de sardina de los mareantes de la villa al Arzobispo de Pisa, que fuera párroco de Santa María La Grande de Pontevedra. Se cree que este clérigo enseñó Latín a Colón y lo recomendó a la Universidad de Salamanca, donde conoció al Padre Deza y a Zacuto".
Señalan que Fray Deza y Colón, en su infancia estudiaron juntos en uno de los conventos de Pontevedra: San Francisco y el Monasterio de Poio, y que coincidieron en sus estudios en la Universidad de Salamanca. No es posible mantener esta deducción, tal como aclaramos en este ensayo.
En el registro del alumnado del siglo XV en la Universidad de Salamanca, no figura Colón; a no ser que utilizase otro nombre. Figura Zacuto y Fray Deza. Fray Deza nació en Toro (1443) en una noble familia de ascendencia gallega y de etnia hebrea. Finalizados sus estudios en la Universidad de Salamanca, fue nombrado prior del convento de San Esteban. Entre los años 1477 y 1486, enseñaba teología en dicha universidad. Fue nombrado tutor del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos.
Cartas de Colón a su hijo Diego (1504, 21-11 y 21-12): "El Sr. Obispo de Palencia, siempre, desde que yo vine á Castilla, me ha favorecido y deseado mi honra,,, "fué causa que sus Altezas viniesen las Indias, y que yo quedase en Castilla, que ya estaba yo de camino para fuera".
M. Sánchez: "De esta suerte, en el transcurso de más de veinte años, desde su venida á Castilla hasta su muerte, tuvo Colón en Deza el más constante y eficaz de sus protectores y amigos. CmusTopuopi COLOMB( GENEROSTJS FIDUSQUE PATRONUS (protector generoso y fiel de Cristóbal Colón) se lee en el sepulcro de Deza. Ningún título más exacto ni de mayor gloria para el ilustre Arzobispo de Sevilla".
Tal vez el vínculo de amistad se derivase por afinidad de etnia. Mayor de Mendoza, esposa de Payo Gómez de Sotomayor, era de origen hebreo y el Padre Deza era descendiente del judío Ruy Capón. Tal vez sus parientes de los conventos de Pontevedra recomendasen a Colón, para que le apoyase. O bien, como está demostrado, los conversos siempre ayudaron a los de su etnia. Por ambos lazos fue recomendado al Cardenal Mendoza.
(Continuaremos).
Pedro de Lorenzo y Macías.