Milagros Domínguez García
Su lazo, su estigma...
Nos hemos acostumbrado a reconocer a través de lazos de colores distintas reivindicaciones, características, dolencias y es la forma que algunos colectivos tienen para hacernos conocedores de su situación y nos acercan a la realidad que viven diariamente. Nos piden que empaticemos con ellos, que comprendamos, que conozcamos, que no los aislemos, que no los excluyamos... En definitiva que nos solidaricemos con ellos.
Quién no sabe a estas alturas que un lazo rosa nos muestra la dura cara del cancer de mama, que el lila nos recuerda la violencia de género, el rojo la lucha contra el sida, el azul índigo a los que sufren autismo, el lazo azul oscuro para la lucha contra la violencia infantil, el amarillo representa la prevención del suicidio, el amarillo claro visibiliza al colectivo down, el verde en apoyo a las personas que sufren depresión, y un largo etcétera tan largo como plural es nuestra sociedad.
A raíz del confinamiento que ha producido el COVID-19 y del estado de alarma decretado, se ha contemplado que los niños autistas debido a sus características necesiten salir a la calle porque la reclusión total para ellos es especialmente perjudicial y ahí es donde nos encontramos la realidad de parte de nuestra sociedad. La realidad de personas que les gritan e insultan sin tener consideración alguna por ellos.
Se asoman al balcón y se sienten policías que apuntan con el dedo índice a todo aquel que no cumple según ellos con las normas, aunque yo creo que ese dedo acusador señala únicamente a su propietario, al egoísta que lejos de vivir su vida decide que si él no puede salir no sale nadie, si sus hijos no salen ningún niño puede salir.
Nos damos cuenta a través de lo que actualmente vivimos que en situaciones extremas es donde se conoce mejor a las personas, nos muestra la parte más generosa de muchos pero también la más agresiva de otros. Nos enseña que quizá no se ha comprendido que dar visibilidad a determinados colectivos no es algo que deje una profunda huella en muchos y me recuerda el drama no tan lejano donde se señaló al colectivo homosexual cuando surgió el sida y fueron víctimas de la ignorancia e incomprensión.
Un lazo azul índigo debe dar visibilidad y comprensión a quienes sufren autismo y no puede ser símbolo de estigma, no hay derecho que su condición tenga que ser exhibida cuando salen a la calle para evitar que se les increpe.
¿Por que hay que señalarlos? ¿Es necesario que se les marque para tranquilizar la violencia congénita que otros llevan dentro?
Habría que recordar en estos días dos lazos muy importantes también y de los que nos deberíamos preocupar, el negro que simboliza el luto que muchas personas viven al perder a sus seres queridos a causa de esta pandemia y el blanco que simboliza la paz, el respeto y el amor por nuestros semejantes...
Colguemos un lazo blanco y señalemos de esa forma que en nosotros convive el respeto por los demás.
#quédateencasa
#mequedoencasaporquetequiero
#quiéremeyquédateencasa