Tribuna Viva
La procura de los tribunales: un valioso aliado judicial contra la violencia de género
Un año más, el 25 de noviembre conmemoramos el Día para la Eliminación de la Violencia de Género, y tanto administraciones, partidos políticos, como distintos colectivos sociales, culturales o profesionales, o ciudadanas y ciudadanos a título personal reflexionamos y nos comprometemos para contribuir a combatir esta lacra.
La violencia machista además nos ha golpeado este año con especial dureza, con el asesinato de cincuenta y una mujeres en España, cinco de ellas –María José, María del Carmen, Sandra, Alba y Elena–, en Galicia.
Con más de 1.000 asesinatos desde 2003, nadie puede poner en duda que nos encontramos con un grave problema de primer orden, que además hunde sus raíces en un contexto social y cultural con manifestaciones en todos los ámbitos, que debemos superar entre todos.
Pero la realidad de violencia machista no se refleja sólo en el espantoso dato de las mujeres asesinadas, ni siquiera en la cifra terrible de los más de 3.500 casos objeto de seguimiento y protección actualmente en Galicia, y decenas de miles en toda España.
La violencia contra las mujeres es con frecuencia una realidad oculta y exige el esfuerzo de todos para sacarla a la luz, denunciarla y combatirla en todos los frentes.
En Galicia, es justo reconocer la apuesta decidida de la Xunta en la lucha contra la violencia machista, en todos los ámbitos de actuación del gobierno autonómico, liderando desde el ejemplo el esfuerzo de la sociedad gallega. Un liderazgo que se plasma en la ejecución de todas las medidas del Pacto de Estado, así como numerosas iniciativas para combatir este problema, iniciativas transversales y en todos los frentes –educativos, sociales, económicos y también judiciales.
La acción del gobierno gallego contra la violencia machista se siente en las aulas, se siente en el Deporte, en los Centros de Información á Muller, y en la acción de todos los colectivos con los que la Secretaría Xeral de Igualdade ha venido firmando acuerdos y convenios para colaborar en esta lucha, se siente en las medidas sociales y las ayudas a víctimas en las que la Xunta es pionera y también en los juzgados, con espacios destinados a las víctimas y nuevas formas de colaboración con los operadores jurídicos.
Fruto de este acuerdo es la formación en violencia de género que esta misma semana (en Pontevedra) comenzarán a recibir los procuradores de los tribunales, así como otras medidas y propuestas a futuro para aumentar su papel y aprovechar todo el potencial de nuestra profesión para ayudar en la lucha contra la violencia machista.
Y es aquí y desde este punto donde quiero subrayar las posibilidades que ofrece la procura de los tribunales para desempeñar un papel crucial en la lucha contra la violencia machista: Debemos, podemos y queremos ser un valioso aliado de las administraciones, de la sociedad y de las víctimas para acabar con esta lacra.
Los Procuradores de los Tribunales somos una figura, a veces desconocida, pero esencial para garantizar los derechos de los ciudadanos en los procesos judiciales. Nuestra función está "alejada de los focos", pero es esencial para proteger los principios constitucionales relativos a la administración de justicia.
De cara al ciudadano, garantizamos su representación y la agilidad de su proceso, e impedimos que se vea desprotegido o desamparado ante procedimientos que desconoce y que en muchos casos le producen una –comprensible- aprensión. Pero además, de cara a la sociedad y a la administración de justicia, y gracias a nuestros conocimientos especializados sobre el proceso, el funcionamiento de la administración y de las sedes judiciales en que operamos, tenemos las herramientas para agilizar cada trámite, desatascar posibles situaciones y acompañar al justiciable en todo momento.
Así, los procuradores podemos hacer una aportación decisiva en la lucha contra la violencia machista, integrándonos en los procesos "desde el minuto uno", algo que por otro lado, demandan numerosos operadores jurídicos.
Integrar la figura del procurador antes de la apertura del juicio oral puede tener un efecto beneficioso en la lucha contra la violencia. Es entre la interposición de la
denuncia y la apertura del juicio oral es, por un lado, cuando la víctima es especialmente vulnerable: no conoce la administración de justicia, no sabe a lo que se enfrenta, y el horizonte de un proceso judicial le genera incertidumbre. Una incertidumbre que podría llevarle incluso a retirar la denuncia, o acogerse al derecho de no declarar contra su agresor de forma lesiva a sus propios intereses.
Si el procurador va de la mano de la víctima desde el primer momento, proporcionando información completa sobre el proceso… además de acortar los tiempos, puede ayudar a mitigar esa incertidumbre, y empoderar a la víctima en relación a su denuncia y a su declaración. Tener garantizados de forma gratuíta un proceso más ágil, una información puntual y asistencia especializada desde el primer momento, así como contar con profesionales en las primeras fases del proceso puede ayudar a que las víctimas ejerzan sus derechos en plenitud y con seguridad, de la mano de un profesional altamente preparado que conoce todos los detalles de la causa y tiene acceso inmediato a la administración, a terceros y a la víctima.
Además, al designar también un procurador de oficio y desde el primer momento al presunto agresor, se facilita que el procedimiento sea más ágil y rápido, evitando que se ralentice porque el denunciado no designe profesionales, algo que muchas veces dificulta la localización del denunciado y el envío de notificaciones en perjuicio de la víctima.
El procurador ejerce la representación directa del justiciable ante la Administración de Justicia, así que tiene sentido que las víctimas de violencia cuenten en la procura con profesionales a los que acudir y que les hagan comprensibles el lenguaje y los trámites judiciales, resuelvan sus dudas procesales y, en definitiva, las empoderen para poder tomar decisiones con seguridad y libertad, todo de forma coordinada con el resto de servicios de información a la mujer.
En definitiva, los procuradores tenemos la capacidad, la posibilidad y el compromiso de implicarnos más en la lucha contra la lacra de la violencia machista y de estar junto a las víctimas desde el primer momento.
Necesitamos acabar con la violencia de género, empoderar a las víctimas y garantizar sus derechos y su acceso a la justicia, y la procura no sólo puede ser una herramienta muy útil, sino una pieza esencial, y más en un contexto de desconfianza en la justicia desde ciertos ámbitos. Frente a ello, los procuradores podemos dar confianza a las víctimas y a la sociedad, así como agilidad, seguridad y garantías al proceso.
El Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, el consenso social generalizado a nivel local y autonómico, o la transversalidad de las movilizaciones por la igualdad y contra la violencia el 8-M, el 25-N y todos los días del año demuestra que existe un compromiso de partidos políticos, organizaciones sociales, colectivos profesionales y ciudadanos en acabar con la lacra de la violencia de género y proteger a las víctimas, incluidos los hijos.
Incluso en un escenario político, informativo y social polarizado, todos estamos de acuerdo en que tenemos un problema que debemos de enfrentar unidos: la violencia de género.
Es por eso que los Procuradores de los Tribunales ofrecemos a la Administración de Justicia, al resto de operadores jurídicos, a la sociedad en su conjunto y particularmente a las víctimas, nuestro trabajo para contribuir dentro de nuestras competencias a mejorar el escenario judicial y a hacer posible un futuro en el que no haya una sola mujer más asesinada o víctima de violencia machista. Es de justicia.
Rocío Cochón
PROCURADORA DE LOS TRIBUNALES