Pedro De Lorenzo y Macías
San Sebastián: su origen, historia y grandeza. (Primera parte)
Playa de la Concha de San Sebastián: Fotografía Copyright © Miguel Selas Canga.
¡El escribano es esclavo de los profundos intelectos! ¡Se armó el belén y la matanza de los inocentes! ¿Por qué no comentaste la Bella Easo? ¿No la has encontrado bella, siendo la envidia del Cantábrico? ¿Las calas de ensueño que la miman, no te embelesan?
Hay varias versiones sobre su origen. Unos sitúan el nacimiento de esta idílica ciudad en Miramar, el barrio donostiarra Antiguo; en él estaba ubicada una ermita rural de patronato laico. Estos orígenes están plasmados en una complicada trama de parcos documentos y falsificaciones textuales. Ya había cronicones en sus inicios.
En 1096 encontramos un documento auténtico que se refiere a la ciudad de San Sebastián: bula pontificia de Urbano II, la desmarca de Pamplona y señala los límites en la parte más occidental de la Pamplonica, "Sanctum Sebastianum in ripa maris". En 1101, Pedro I de Aragón y Pamplona confirma la donación de la Iglesia de San Sebastián y su villa a favor del monasterio de San Salvador de Leire por el rey Sancius Pampilonensium, ampliándola por su parte con la "pardina de Oroztegi".
Hay grandes controversias sobre su historia en los siglos XI-XII. Recomendamos la lectura de Ricardo Izaguirre; pincela las realidades y las inventivas: "Historia de Donostia".
A finales del siglo XII le conceden fueros propios, con cuarenta apartados. Pincelamos en siguiente, Derecho Penal, Casos de fornicación. "Violación de la mujer": el violador deberá tomarla como esposa o darle un marido digno, según dictamen del alcalde y de doce buenos vecinos. Si el violador no asume estas leyes, el fuero establece la ley del talión: "que ponga su cuerpo en manos de los parientes de la mujer y la pena queda a merced de ellos".
Puerto de San Sebastián: Fotografía de archivo 2005 Copyright © Miguel Selas Canga.
La villa de San Sebastián nació para ser puerto de Navarra; en el reinado de Sancho el Fuerte en Navarra abre una crisis entre su reino y San Sebastián. En el 1200 es conquistada por Alfonso VIII, enemigo de Sancho el Fuerte. Se inicia su auge. Se fortalece sus astilleros y en 1248 participan naves en la conquista de Sevilla, junto con las de la Diócesis de Santiago, comandada por Paio Gómez Charino.
Fue una plaza rica en tráfico comercial, debido a las fundaciones de los reyes Fernando III El Santo y Alfonso X el sabio (1256). Unen a los reinos Galaico-leonés, Castilla con el puerto de San Sebastián, facilitando el comercio y generando riquezas. En 1266 sufre grandes incendios. Su riqueza ahorrada la hace resurgir; posteriormente sufrió varios incendios.
En la Guerra de los Cien Años, las potencias en disputa buscaban la alianza con Castilla, debido a su potencial comercial; logran la neutralidad: tratados de 1336 y 1345. En la lucha fratricida entre Pedro I y Enrique de las Mercedes. Toda Guipúzcoa apoya a Enrique; San Sebastián por Pedro I. En 1369 Pedro I es asesinado por su hermanastro Enrique de Trastámara. Con este reinado surgen guerras entre los dos bandos: oñacinos y gamboinos. Fueron consecuencias graves, ya que desplazaron el tráfico marítimo comercial a Bilbao, sufriendo dificultades en el comercio interior.
Puesta de sol desde el Monte Igueldo: Fotografía de archivo 2005 Copyright © Miguel Selas Canga.
En enero de 1489 un incendio redujo a cenizas la villa. Este desgraciado acontecimiento tuvo como medida la construcción en piedra de la villa. Este incendio sería el último de la época medieval de San Sebastián. Ya no se producirá una quema total hasta 1813.
Las consecuencias de esta desgracia, fue convertir a San Sebastián en Plaza Militar, cumpliendo las funciones de base naval de la Escuadra Cantábrica hasta el siglo XIX. El periodo de los Reyes Católicos y Felipe V (300 años), la villa sufrió numerosos sitios. Cumplió durante dos siglos su misión bélica y en 1662 Felipe IV le concede el título de ciudad.
Pedro de Lorenzo y Macías.
Nota: En breve compartiremos la Segunda Parte.