Pedro De Lorenzo y Macías
Pascua Judía en la parroquia de San José (Pesah)
Fotografía: © Simón Rementería.
Mi parroquia nació en pobreza, en un pabellón gimnástico del Pazo de Marqués de Leis, sito en Campolongo. Fue albergue de todos los chiquillos de aquella época. Nos protegía Don Victor, humanitario, de genio rabudo y amante del fútbol. Jugaba con nosotros, escondía el balón debajo de la sotana.. ¡Tenía más sietes que los bolsillos de Carpanta! Ahora se convirtió en un templo sencillo, lleno de luz, de espíritu de convivencia y hermandad. Ante nuestra curiosidad, nuestro Párroco Don Casimiro Fernández Núñez, relata cómo surgió la idea de celebrar la Pascua Judía.
"La iniciamos hace tres años. Fue aceptada por los miembros de la parroquia y de otras. Tratamos de revivir la última cena en Egipto del pueblo Israelita".
- Cordero (Zoroa): Sacrifican un cordero de un año. Con su sangre, pintan los dinteles de las puertas, evitando la muerte de los primogénitos. Las sobras se quemarán.
- Pan sin levadura (Matzah). Las prisas en salir de Egipto no hay tiempo de fermentarlo. Símbolo de perdonar y olvidar lo malo. Con él Jesús instituyó la Eucaristía.
- Se brinda con cuatro copas de vino. Una se coloca en una silla, por si ese año llega el profeta Elías.
- La primera copa es de la bendición, copa de alegría pascual. Es el momento de arrepentimiento. Los sacerdotes lavan las manos de los comensales. Jesús lavó los pies.
- Segunda copa: Lectura de la palabra de Dios: éxodo y salmos, del cordero de Díos.
- Tercera copa: De la consagración y comunión. Jesús instituyó el sacramento de la Eucaristía y del Sacerdocio. Es la copa del Espíritu.
- Cuarta copa: de alabanza y paz.
Un niño de nuestra mesa, le levanta y va a la puerta de la Residencia de Militares, tarda un poco en llegar.. Con su ingenuidad dice: "No hay nadie". Nuestro Párroco, con una sonrisa: "Para el año en Jerusalén".
- Hierbas amargas (maror): símbolo de la amargura de la esclavitud; se mojan con agua salada, recordando a Cristo que es la sal del Mundo
- Inicia la ceremonia con la bendición de la luz. De cada mesa, una mujer va en busca de fuego y enciende las velas: Es símbolo de la luz para el camino, símbolo de luchar por la vida. Nos recuerda las celebraciones judías cuando la mujer quedaba embarazada: esperanza de vida.
- Los sacerdotes nos lavan la mano. El presidente de mesa, corta en tres pedazos el pan ácimo; la parte del medio, la esconde. En la tercera copa, la coge, la comparte en trocitos con los comensales, que la toman acompañada del vino. Es el origen de la Eucaristía.
Fue una velada entrañable. Cada paso del Pesah lo iba narrando con sencillez, participando todos, ya en lectura de salmos, ya en cantos.
La asistencia este año fue en aumento, concurriendo unos 90 comensales. Este 16 de abril del 2019 será recordado por todos, especialmente por los dos niños que asistieron a la Pascua, de 6 y 8 años. Fueron alegría y esperanza de futuro.
Al final todos juntos cantamos la oración de acción de Gracias, acompañados por nuestros sacerdotes.
"Que la luz de la libertad llegue a todos los rincones del mundo, hasta las mentes y corazón de los hombres; logrando vivir en hermandad, respeto y paz". ¡Feliz Semana Santa!
Pedro de Lorenzo y Macías.