Milagros Domínguez García
¡Taponear es un acto solidario!
Gracias a quienes nos facilitan hacerlo...
Desde hace tiempo que la Asociación Cultural Somos Ponte Caldelas (en la que tengo el honor de participar), entre otras cuestiones, hace recogidas de tapones que entregamos a la Fundación Amigos de Galicia. Tapones que ayudarán, gracias a su gestión, a sufragar los gastos médicos de niños aquejados de distintas dolencias, y que la administración no sufraga en su totalidad.
A través de la Fundación se intenta mejorar la calidad de vida de estos pequeños y de sus familias, que bien por falta de recursos o por los altos costes de los tratamientos no pueden tener acceso a la oportunidad de mejorar su salud.
Al mismo tiempo, y también importante es que se contribuye al reciclaje y por lo tanto, al cuidado del medio ambiente.
Pero lo cierto es que nuestra Asociación es simplemente un intermediario que gestiona la recogida y la entrega, y hoy, nos sentimos en la obligación de agradecer que nos permitan hacer posible esta colaboración.
Agradecer a todas aquellas personas de Ponte Caldelas, a Lama y Fornelos de Montes que nos hagan llegar esos tapones que van guardando para este fin, y que gracias a su solidaridad es posible nuestro trabajo.
Agradecer también a los locales comerciales que son punto de recogida y que durante meses en sus instalaciones hacen un hueco para el almacenamiento de las aportaciones que van llegando.
Por último y no por ello menos importante, agradecer a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y a sus agentes, el que pongan a nuestra disposición el medio de transporte y la ayuda necesaria que hace posible la entrega en la sede de la Fundación Amigos de Galicia. Cuestión esta, que nos hace ver que más allá del deber y obligaciones que se esperan de ellos, está su humanidad y convicción por el servicio al ciudadano, y que su preocupación por el bienestar y la salud de los niños junto a sus familias, (para los que se procura esta ayuda), es una prioridad.
Gracias a todos, porque solos no podríamos, y de esta forma nos convertimos en un eslabón más de la cadena de la solidaridad, y modestamente podemos contribuir a mejorar en la medida de nuestras posibilidades a una sociedad mejor.