Manuel Pérez Lourido
¿Por qué hay que ver 'Roma'?
Iba a comenzar poniendo que acabo de ver 'Roma' en Netflix cuando he caído en la cuenta de que no hay muchas otras formas de hacerlo. Aparte de su pase por algunos festivales y su exhibición en un número reducido de salas en Méjico, estamos a expensas de la plataforma de streaming norteamericana, que compró los derechos de distribución de la película. La falta de acuerdos con los exhibidores españoles ha hecho que en nuestro país solo esté disponible en las salas Verdi de Madrid y Barcelona y en los Albéniz de Málaga.
La cinta ha sido escrita, dirigida, co-producida, co-editata y fotografiada por el mejicano Alfonso Cuarón (Y tu mamá también, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Hijos de los hombres ,Gravity...). Se trata de un filme semiautobiográfico que narra en blanco y negro algunos recuerdos de los primeros años de la vida del cineasta en la Colonia Roma, en Ciudad de Méjico. Lo hace siguiendo la vida durante un año de una limpiadora que trabaja para una familia de clase media-alta, personaje inspirado en Lido, la niñera de su infancia.
La película se ha paseado por los festivales de cine de Telluride (EEUU), Toronto (premio del público), San Sebastián, New York, New Orleans y Venecia ( León de Oro a la mejor película). Ha obtenido también el Goya a la mejor película iberoamericana, el premio a la mejor película internacional de los Premios del cine independiente británico, así como globos de oro y premios de la crítica en Estados Unidos.
Es una película de ritmo lento, el ritmo de la vida en el seno de una familia acomodada en el Méjico de los 70. Cuarón sitúa a dos mujeres como el centro de la narración. La señora de la casa, Sofía, y una de las limpiadoras y cuidadoras, Cleo. Ambas son los principales polos del doble drama que sacude la película y que sufrirán en su propia carne. En una escena de especial desesperación, Sofía se dirige a Cleo con un grito desgarrado:"¡Estamos solas!", "¡estamos solas!" repite exasperadamente, pero sin un atisbo de claudicación. La cinta resulta, entre otras cosas, un canto a la mujer, a los sacrificios y sinsabores de las mujeres de un mundo patriarcal y hostil. Con una mirada llena de compasión y poesía, Cuarón escoge el blanco y negro para que no nos perdamos detalle de cada imagen y sigamos las peripecias del núcleo familiar envueltos en el esteticismo de unas escenas fotografiadas con mimo, que fueron rodadas siguiendo el orden narrativo de la película. Si alguien quiere hacer un máster en planos-secuencia, aquí tiene material de primera.
Uno de los principales logros de la cinta en la que, como en toda gran película, descolla el trabajo de las actrices principales, es la sensación de verdad que transmite. El metraje encierra metáforas visuales y narrativas que apuntan mensajes más allá de la sucesión de peripecias que Cuarón ha confesado casi en su totalidad procedentes de sus propios recuerdos infantiles. Estamos por tanto ante la película más personal y diríamos que también la más transcendental, en términos artísticos, del director. Como quiera que 'Roma' se ha estrenado aún recientemente, tendremos tiempo de ver hasta donde llega su poética propuesta.