Milagros Domínguez García
A nuestros queridos Reyes Magos
Ya pasaron y se fueron los Reyes Magos de Oriente, dejando en cada hogar lo que buenamente pudieron para festejar la inocencia de los más pequeños de la casa.
Esos pequeños, por los que procuramos unas Navidades felices, y en los que depositamos bonitos recuerdos para cuando dejen de ser niños y se conviertan en adultos tengan donde apoyar la mirada si observan su pasado, y poder sentir que también vivieron la magia...
El día de Reyes es ni más ni menos un brindis a la inocencia de los niños, capaces de creer que la magia existe y que cada madrugada del 5 de enero se hace realidad.
Hoy me gustaría rendir homenaje a todos esos "Reyes Magos", que dejaron en nosotros, los más mayores, esos recuerdos. Recuerdos que a veces se tiñen de nostalgia, pero que nos hacen esbozar una sonrisa.
La tarea del Mago de Oriente no siempre era fácil, en ocasiones incluso casi imposible mantener esa ilusión, y a pesar de ello, conseguían hacer magia y dar lo mejor...
Esas madres y padres... Perdón!! Reyes Magos que procuraban que ese día la ilusión no faltase, y que a pesar de cualquier pena o dificultad y con mucho esfuerzo, permaneciese imborrable al paso de los años.
Hoy, si volvemos la vista atrás, podemos apoyarla en esos recuerdos que aunque lejanos, nos impregnan de felicidad. Nos hacen ver la valía de quienes se esforzaban para mantener en nosotros la ilusión, a condición claro, de que nos hubiéramos portado bien!!
Y quien de nosotros podría decir que nunca olvidó al escribir la carta, poner que quizá no siempre había sido todo lo bueno que se requería para recibir los regalos; creíamos que podríamos engañarles, y a pesar de ello, de nuestra mentirijilla, su bondad no les permitía "castigarnos" sin nuestros obsequios.
A nuestros queridos Reyes Magos, darles las gracias y hacerles llegar la sonrisa de esa ilusión que ellos alimentaron, y que hoy, ya pasados los años, y ya siendo adultos, de alguna forma conservamos. Ilusión que nos hace creer que existe la magia y nos da impulso en nuestra vida.
A nuestros queridos Reyes Magos decirles que sin ellos hoy no seríamos esos niños que somos, y que aunque ataviados de adultos, mantenemos en nuestro interior la chispa de la ilusión, y ese es el mejor regalo que nos dejaron, el que nos permite vivir hoy mirando al horizonte con la sonrisa y la ilusión de antaño, y con los ojos de un niño que tiene toda la vida por delante..
Gracias.